- Razón procesal: Bankia pidió más ayudas públicas de las que necesitaba.
- Por eso, Guindos ha lanzado -colaborado- con el caso Rato, como maniobra de despiste, al igual que hizo con las tarjetas negras.
- Y eso justifica la atrabiliaria detención de Rato.
- En esas circunstancias, la rebaja de la fianza por la OPV de Bankia queda en papel mojado.
- La contradicción del juez Andreu: los peritos dicen que Bankia tenía más pérdidas de las anunciadas y él pretende encausar a Guindos por pagar más de lo necesario.
- En cualquier caso, hablamos de imputar (investigar) a un ministro en activo.
De 800 a millones a 34. La ex cúpula de Bankia, liderada por
Rodrigo Rato, ya no tendrá que abonar 133 millones sino sólo 5,6. Algo bastante más asequible. Sus
bancos avalistas seguramente han respirado hondo.
Ahora bien, no se equivoquen. Esto no significa que el juez
Fernando Andreu (
en la imagen) haya levantado el pie del acelerador y se haya apiadado de
Rato… y de
Goirigolzarri. Todo lo contrario. Lo que ahora baraja el juez Andreu consiste nada menos que en encausar al presidente de Bankia,
José Ignacio Goirigolzarri, que pasaba por allí, y al ministro de Economía,
Luis de Guindos, elevando de esta forma el perfil del caso Bankia a otra dimensión: ahora sería el Gobierno Rajoy el imputado, en pleno año electoral.
¿Por qué razón? Sí, no deja de ser un dato importante. Pues asegura el magistrado que el Estado se pasó dos pueblos a la hora de
aportar fondos para el saneamiento -fondos europeos pero que pagaremos todos los españoles, con intereses-, que Bankia no necesitaba tanto dinero. Y claro, como el que hizo el estudio por Goiri y el que lo aceptó fue el
FROB de Guindos, pues ambos al trullo.
Lo cual tiene su coña, porque resulta que el juez Andreu ha defendido hasta el momento, con uñas y dientes, el informe de los
peritos del Banco de España que él solicitó, sin hacer caso a los contrainformes de los peritos de partes presentadas por
Bankia. Y justamente ese informe decía lo contrario: que las pérdidas de Bankia eran superiores a las presentadas por el equipo
Goirigolzarri y que la necesidad en provisiones eran aún mayor. ¿En qué quedamos? El que quiera aprender que vaya a Salamanca.
Conste que el ministro de Economía y el propio
Goirigolzarri, al ver el cariz que tomaba la chifladura iniciada por ese aprendiz de brujo que es
Rosa Díez, y dadas las tendencias del
juez Andreu ya había comenzado a lanzar cortinas de huno. Primero fueron las
tarjetas negras de los directivos de
Cajamadrid, muy morbosas pero cuantitativamente menores. Sí, menores.
Luego los
créditos fallidos (ahí sí que debían haber investigado más), la verdadera razón por la que quiebra un banco. Después, con una actitud pasiva respecto al propio sumario de Andreu sobre la OPV de Bankia. Pues al final, el sumario de Andreu se ha revuelto contra
Guindos y, de paso, contra
Goirigolzarri.
Pero ahora llega la gran maniobra de distracción: la detención del propio
Rodrigo Rato por
fraude fiscal personal, no como presidente de Bankia ni de nada. Y lo peor es que la maniobra no tiene por qué salir bien. Ahora ya hablamos de usar a un ministro en activo del Gobierno, no un ex como Rato.
Y así, con un poco de suerte, Andreu incluso podría paralizar el mismísimo saneamiento bancario español.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com