La pandemia del coronavirus ha colocado a las aerolíneas de todo el mundo al borde de la quiebra, pero sólo se salvan con ayudas públicas. Algo que han aprendido en EEUU y algunos países europeos (Italia, Portugal, Alemania, Francia, Países Bajos, Noruega, entre otros), pero no en Reino Unido ni en España: American Airlines ha recibido 5.800 millones de dólares (unos 4.900 millones de euros, de los que 3.470 millones han sido vía subvención directa y 1.439 millones en préstamo), mientras que a IAG sólo le han dado créditos.

La aerolínea estadounidense ha amenazado con 19.000 despidos si EEUU no le da más dinero y si no extiende el Programa de Apoyo de Nómina (PSP) más allá del 30 de septiembre. Recuerden que el país que dirige Donald Trump dio un rescate de 25.000 millones de dólares (unos 21.145 millones de euros) a las principales aerolíneas estadounidenses, entre ellas, American Airlines. Ahora, tras registrar unas pérdidas de 3.600 millones en el primer semestre, la aerolínea pide más dinero, eso sin contar que está pendiente de que en el tercer trimestre, llegara un préstamo adicional del Tesoro de 4.000 millones.

Al otro lado del Atlántico, en Reino Unido y España, la cosa es bien distinto: siguen dilatando una ayuda en condiciones para el holding aéreo IAG, a pesar de que ha perdido 3.806 millones entre enero y junio. De hecho, hasta ahora, sólo ha recibido créditos avalados: de 1.250 millones para British Airways, de 750 millones para Iberia y de 260 millones para Vueling. Para reforzar su situación financiera, IAG ya ha anunciado una ampliación de capital de 2.750 millones, ante la que el principal accionista (Qatar Airways, dueño del 25%) ya ha señalado que acudirá para mantener su posición. Por ahora, no hay nada del fondo para empresas estratégicas que ha creado el Gobierno Sánchez y que gestionará la SEPI. Deberían aprender de EEUU y de otros países europeos... antes de que sea demasiado tarde.