- El grupo de moda sigue en números rojos (22,7 millones) pero el Ebitda entra en positivo.
- El cambio de tendencia coincide con el relevo de la cúpula y el giro en la estrategia.
- Es pronto para lanzar las campanas al vuelo: todavía digiere un doloroso ajuste.
- Y sigue sin consejero delegado por las discrepancias entre Domínguez (31,5%) y el Puig (14,8%).
El grupo de moda
Adolfo Domínguez ha presentados los
resultados anuales, que cierra en febrero, poniendo el énfasis en el antes y el después del
relevo en la cúpula y el cambio de estrategia en agosto de 2016.
En cifras, en efecto, se nota el cambio de tendencia, pero el balance acaba con unas pérdidas de 22,7 millones frente a un beneficio anterior de 7,9 millones, debido a los extraordinarios por la
venta de activos. Y eso se añade el impacto negativo de 9,6 millones por el cambio en la
regulación fiscal.
Las
ventas aumentan crecen un 4,3%, hasta 110 millones -la mejor evolución en seis años-, y un resultado bruto de explotación (
Ebitda) negativo de 8,7 millones.
Ahora bien, la diferencia entre el primer y segundo semestre son reseñables, no tanto en las ventas como en el Ebitda, negativo en el primer tramo en 9,8 millones y positivo en 1,1 millones en el segundo.
Según la empresa, ha sido posible por "el cambio del equipo de dirección y un nuevo consejo". En agosto salieron los representantes del grupo Puig en el Consejo de Administración,
José Luis Nuevo y
José María García-Planas, a quienes sustituyeron
Adriana Domínguez, hija del diseñador y ejecutiva de la firma, y
Juan Manuel Fernández Novo. Y el grupo sigue sin consejero delegado por las diferencias entre el propio Domínguez (31,5%) y el accionista de referencia, la firma de perfumes Puig (14,8%).
El propio
Adolfo Domínguez (
en la imagen) ha señalado que han "tapado la brecha; no se pierde dinero, estamos ganando dos euros por cada 100 que facturamos cuando hace siete meses perdíamos 20".
La explicación está también en el recorte en un 1,9% de los gastos operativos, hasta 74.167 millones. El grupo ha cerrado 33 tiendas y tiene ahora 511.
La cara amable de las cuentas está en la mejora de la
posición financiera neta, que sigue en positivo (6,2 millones de euros frente a -19,04 millones en el periodo anterior), que ha sido posible gracias a la amortización de la deuda financiera tras la venta de inmuebles emblemáticos.
Rafael Esparza