- Es decir, a los diputados y senadores del PP que no aplaudieron su reformita del aborto.
- Lourdes Méndez, Javier Puente, José Eugenio Azpiroz, Ángel Pintado y Gari Durán, entre ellos.
- El presidente del Gobierno tiembla, pues el aborto entra en campaña, a pesar de que el PP no lo incluye en su programa.
- El 15-N habrá manifestación provida en varias ciudades españolas, en la que darán un fuerte tirón de orejas al TC.
- Recuerden que este Tribunal lleva más de cinco años para dictar sentencia sobre el recurso presentado por el PP en 2010 contra la 'ley Aído'.
Parece que el presidente del Gobierno y líder del PP,
Mariano Rajoy, está bastante preocupado por el tema del
aborto. No aplaudan, no le ha entrado cargo de conciencia por no derogar la 'ley Aído' y sólo aprobar una reformita que incluía el consentimiento paterno en las menores. Le inquieta que le pase factura el
20-D y por ello, no sanciona, pero castiga a los
parlamentarios díscolos que rompieron la disciplina de voto.
Es decir, a los diputados y senadores del PP que no aplaudieron su reformita del aborto, pues bien votaron en contra u optaron por la abstención. Sabíamos que no iban a tener una sanción económica, pero han recibido algo peor: no irán en las
listas del PP, según informa
El Mundo.
Entre ellos, se encuentran los diputados: Lourdes Méndez, Javier Puente, Antonio Gutiérrez, José Eugenio Azpiroz y Eva Durán. Por su parte, los castigados entre los senadores 'populares' son: Ángel Pintado, Gari Durán, José Luis Sastre, José Ignacio Palacios y Ana Tormé. Entre las reacciones, el diputado por Cantabria, Javier Puente,
en su perfil de Twitter, señaló que tras cinco minutos de decepción, estaba otra vez con las pilas a tope y agradeció las palabras de varios seguidores.
Este castigo es una muestra más de la preocupación de Rajoy, que ya se ha echado a temblar, pues
el aborto ha entrado en campaña, a pesar de que
el PP no lo incluirá en su programa. Y es que el 15-N habrá una
manifestación provida en Madrid y en varias ciudades españolas, donde se dará también un fuerte tirón de orejas al Tribunal Constitucional (TC).
Recuerden que lleva más de cinco años para dictar sentencia sobre el recurso presentado por el PP en 2010 contra la 'ley Aído'. Un periodo en el que ha emitido más de 1.200 sentencias, pero no ha tenido tiempo de decir nada sobre un asunto tan delicado, que afecta a un bien tan preciado como la
vida humana.
Esto se puede ver como una doble incoherencia. En primer lugar, contrasta con lo señalado por el
TC en 1985: "la vida del concebido es un bien jurídico que el Estado tiene que proteger". Y por otro lado, su función es la de supremo intérprete de la Constitución Española, por lo que aún se entiende menos que lleve cinco años para dictar sentencia sobre un asunto que afecta al artículo 15 de nuestra Carta Magna. Este último subraya que "todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral".
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com