- El principal escollo es la subida de los peajes a partir de febrero por el frontal rechazo de Ségolène Royal.
- Las conversaciones se han reiniciado en tono más conciliador, pero las posturas están todavía muy alejadas.
- La actividad en Francia representa un 24% del negocio de Abertis.
- El acuerdo acabaría con la inseguridad jurídica para las concesionarias, pero ¿a cambio de qué?; ese es el gran problema.
La prensa francesa se hace eco este miércoles del reinicio de las conversaciones entre el Gobierno francés y las
concesionarias de autopistas. Aunque es prematuro hablar de fechas,
el diario Les Echos asegura que ese acuerdo, con 15 puntos, se cerrará antes de 15 de enero. Es prematuro porque la propia ministra francesa de Transportes,
Ségolène Royal, se ha empeñado personalmente en poner cara de perro a cualquier acuerdo, en el que se juega mucho la empresa española
Abertis presidida por
Salvador Alemany (
en la imagen), de cuya actividad en Francia, a través de su filial
Sanef, depende el 24% del negocio total del grupo. Y afecta también, cómo no, el grupo francés
Vinci, cuyo
Ebitda depende en un 60% de su división de autopistas.
Las conversaciones se han reiniciado en un tono más conciliador, pero nadie olvida la postura inflexible mostrada por Ségolène Royal. La ministra gala ha lanzado sus dardos en reiteradas ocasiones (el último este mismo lunes) que el objetivo del Gobierno es que las concesionarias reviertan a los usuarios una parte de sus "exorbitantes beneficios" y ha advertido que si no hay acuerdo, la alternativa es la denuncia de los contratos de concesión.
Como hemos señalado en
Hispanidad,
el problema para Abertis en Francia no está en el tráfico -de hecho, aumentó un 2,5% en 2014-, sino en las continuas amenazas del Gobierno galo de modificar los contratos, a la baja o, incluso, con la expropiación.
Lo previsible es que al final haya un acuerdo entre las partes y éste sería muy positivo para acabar con la
inseguridad jurídica y, naturalmente, con una las principales incertidumbres para Abertis. Y también es lógico pensar que el acuerdo -o cualquier cambio en los términos de los contratos de concesión- se pacte con los operadores. El problema, como siempre es a cambio de qué.
El diario
Les Echos apunta este miércoles a 15 puntos para un acuerdo, algunos de los cuales todavía están muy verdes. No da detalles, sin embargo, el asunto que más preocupa a las concesionarias, es el aumento de las tarifas. El acuerdo, según
Reuters, incluiría un plan de al menos 3.000 millones para mejorar las autopistas. Ségolène Royal ha rechazado con dureza el
aumento de los peajes a partir del febrero, como querían las empresas -propusieron un alza del 0,75%-, "algo inconcebible -dijo- teniendo en cuenta los dividendos" (17.000 millones de euros de dividendos desde su privatización en 2006). A pesar de ello,
Les Echos apunta la posibilidad de un aumento del 1,07% (a repartir entre el 0,57% que correspondería a las concesionarias y un 0,5% a la tasa estatal),
pero también de la un aplazamiento de la subida al trienio posterior (entre 2016 y 2018).
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com