El lunes publicó sus resultados del primer semestre Abanca, con los agravantes de estivalidad y agostía. ¿Y qué es lo que nos cuenta el banco gallego? Pues que ha ganado 132 millones de euros al cierre de junio, un 43,5% menos de lo que obtuvo durante el mismo periodo de 2019. Todo ello a pesar de que los márgenes han mejorado sensiblemente en los últimos doce meses porque la crisis del Covid-19 ha disparado la necesidad de cubrir la morosidad real y, sobre todo, la potencial. Al fin y al cabo, los efectos de la pandemia en lo económico, de momento, se han desplegado en lo macro (caída trimestral del PIB del 18,5%) pero no tanto en lo micro, estando como están los hogares todavía cubiertos en sus ingresos en estos primeros meses post gran confinamiento.

El margen de intereses se ha situado al cierre de junio de 2020 por encima de los 300 millones de euros y ha crecido un 11,3% respecto de la misma fecha de 2019. El margen bruto ha despegado aún más, en concreto ha crecido un 27,4% en los últimos doces meses hasta alcanzar la cifra de los 622 millones de euros. Este fuerte crecimiento del margen bruto, que en cifras absolutas es de 134 millones de euros, se explica en un 84% (113 millones de euros) en el afloramiento de plusvalías retenidas en activos valorados a precios históricos como consecuencia de su venta. El resto de partidas que relacionan estos dos primeros márgenes (intereses y brutos) presentan ligeras variaciones que, en conjunto, aportan 21 millones de euros más en este semestre que en el primero de 2019.

Los gastos de administración, que han alcanzado los 301 millones de euros a 30 de junio de 2020, han crecido en los últimos doce meses un 10,5%, lo que, unidos al fuerte crecimiento de los deterioros de la cartera de créditos, ha hecho que absorban el incremento del margen bruto que habíamos visto. En concreto, las provisiones por insolvencia y morosidad han sido de 139 millones de euros en el primer semestre de 2020, frente a los 11 millones de euros de igual periodo de 2019. Así, el resultado bruto de explotación ha sido un 10,6% inferior en el primer semestre de 2020 respecto del primer semestre de 2019 o, lo que es lo mismo, inferior en 18,3 millones de euros.

Durante la presentación de resultados, Juan Carlos Escotet, dejó la puerta abierta a nuevas operaciones, tanto en España como en Portugal, pero descartó a Liberbank y al luso Eurobic. En cualquier caso, el presidente del grupo aseguró que la prioridad actual es cerrar la compra de Bankoa a Crédit Agricole

De aquí a la gran diferencia de resultados entre los dos semestres que venimos comparando sólo encontramos el efecto que tuvo en la cuenta de resultados el año pasado la incorporación de sociedades al grupo por su adquisición por debajo del valor razonable de los activos y pasivos que las componían. En concreto, estas adquisiciones con fondos de comercio negativos aportaron 51 millones de euros de resultados al grupo.

El grupo bancario, como otros muchos grupos que estamos revisando estos días, ha incrementado fuertemente su posición de liquidez. Al fin y al cabo, aunque ésta no está faltando y el BCE, de momento, pone la que haga falta, las consecuencias económicas de la crisis del Covid-19 aún no se han desplegado. Veremos, en el caso de España, qué pasa en los meses de septiembre y octubre cuando, dado el volumen de vencimientos de deuda pública, el Estado se tenga que enfrentar a los problemas de liquidez que el paro y el pseudoparo de los ERTE le va a generar. Tal vez entonces, hasta los bancos, a pesar del BCE, necesiten liquidez.

Durante la presentación de resultados, Juan Carlos Escotet, dejó la puerta abierta a nuevas operaciones, tanto en España como en Portugal, pero descartó a Liberbank y al luso Eurobic. En cualquier caso, el presidente del grupo aseguró que la prioridad actual es cerrar la compra de Bankoa a Crédit Agricole. La operación se firmará a mediados de septiembre y se culminará durante el primer semestre de 2021.