• Por ello Alemania no hace otra cosa que engordar el globo, mientras Bruselas y hasta Syriza niegan que el país heleno vaya a salir de la moneda única europea. 
  • El diario Bild señala que el Gobierno germano está elaborando planes de contingencia y se suma a lo apuntado por Der Spiegel, que ve la salida "casi inevitable" si Syriza gana el próximo día 25.
  • El partido que lidera Alexis Tsipras quiere cancelar las medidas de austeridad y parte de la deuda del país heleno, pero no se plantea salir del euro -ni siquiera lo hizo en 2012-.
  • Bruselas insiste en que la pertenencia a la eurozona es "irrevocable" y Jyrki Katainen cree que especular sobre la salida de Grecia del euro es "una pérdida de tiempo" y sólo contribuye a generar inestabilidad. 
  • El vicepresidente de la Comisión responsable de Crecimiento y Empleo se une así a la postura mostrada por sus compañeros del gobierno comunitario, Margaritis Schinas y Annika Breidthardt.
Resulta paradójico el panorama que se vive actualmente en la Unión Europea (UE) en relación a Grecia. En primer lugar, hay que destacar que no se puede echar a ningún país ni de la UE ni del euro. Algo que no se contemplaba en el Tratado de Maastricht (1992), aunque el Tratado de Lisboa (2007) abrió un pequeño resquicio estableciendo que un Estado miembro puede pedir su salida. ¿Cómo? Presentando su solicitud ante el Consejo Europeo, que debería aprobarla por una mayoría cualificada de los 28, previo visto bueno del Parlamento Europeo. Es decir, un procedimiento nada sencillo.  

Sin embargo, sí que se puede presionar para que un país pida su salida de la UE y/o del euro. Y eso es precisamente lo que está haciendo en estos momentos Alemania, que es junto a EEUU uno de los principales acreedores del país heleno.

La locomotora germana sigue empeñada en echar más leña a la hoguera, provocada por las elecciones griegas del 25 de enero y la posible victoria del partido de izquierdas Syriza, con sus especulaciones sobre una posible salida de Grecia de la eurozona. En esta ocasión el encargado de engordar el globo es el diario Bild, uniéndose así a lo apuntado por el semanario Der Spiegel. Pero Bruselas e incluso Syriza niegan una y otra vez dicha tesis.  

El Gobierno alemán está elaborando planes de contingencia ante la posible salida de Grecia del euro, según ha informado el diario Bild, algo que el pasado domingo negó el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, y este miércoles ha vuelto a negar el portavoz del Gobierno de Angela Merkel, Steffen Seibert. "No tengo conocimiento de tales planes y sin duda los líderes políticos de la cancillería no están contemplando estos escenarios", ha insistido.

Bild ha apuntado que algunos expertos del Ejecutivo alemán están especialmente preocupados por un "posible colapso bancario" en el caso de que la posibilidad se convierta en realidad. Pero no es el único medio que ha engordado la polémica. Hace unos días el semanario Der Spiegel apuntó la salida "casi inevitable" de Grecia del euro si Syriza gana el próximo día 25, un escenario con el que la zona euro podría lidiar.

Por su parte, el partido izquierdista que lidera Alexis Tsipras, como saben, es el gran favorito en las encuestas y por lo tanto, se postula como vencedor en los comicios. Si esto finalmente sucede, Syriza o lo que es lo mismo, el Podemos griego, podría gobernar el país heleno, por ello es el centro de todas las miradas europeas. Recuerden que este partido de la izquierda radical quiere cancelar las medidas de austeridad y parte de la deuda griega, sin embargo hay que hacer un llamamiento a la calma, pese a la intranquilidad germana, pues la formación de Tsipras no se plantea salir del euro, es más, ni siquiera lo hizo en 2012.

Paralelamente Bruselas insiste en que la pertenencia a la eurozona es "irrevocable", parando en seco las especulaciones alemanas sobre la salida de Grecia del euro. El vicepresidente de la Comisión responsable de Crecimiento y Empleo, Jyrki Katainen, afirmó el pasado martes que "la especulación sobre la salida de Grecia de la eurozona es una "pérdida de tiempo" y sólo contribuye a generar inestabilidad. Además está convencido de que los ciudadanos griegos apostarán por respetar los compromisos asumidos con la UE.

Así, el político finlandés se une a la postura mostrada por algunos de sus compañeros en el gobierno comunitario, como Margaritis Schinas y Annika Breidthardt. Esta última precisamente quitó importancia a la polémica apuntando que la zona euro "seguirá creciendo".

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com