Las magistradas Ana Ferrer y Pilar Teso, consideradas 'progresistas' --en lenguaje coloquial, 'sanchistas'-- renunciaron ayer a su intento de presidir dos salas cruciales del Tribunal Supremo, las de lo Penal y lo Contencioso. Así que ahora, los magistrados independientes Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas tienen más opciones para presidir la Sala de lo Penal (el primero) y la de lo Contencioso (el segundo). Y es una buena noticia para la independencia judicial. 

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