Desde hace años hay muchos "osados" que se creen capaces no sólo de reinventar clásicos (que, por algo, reciben este calificativo) sino de mejorarlos. El resultado siempre es deplorable, como ocurre con Pan (Viaje a nunca jamás) que pretende (y no consigue) ser una precuela de los acontecimientos que todos conocemos del niño que no quería crecer, es decir, del inolvidable Peter Pan, de J. M. Barrie. Su arranque nos lleva hasta un orfelinato de Londres, donde un niño rebelde, llamado Peter, está obsesionado con descubrir las razones que llevaron a su madre a abandonarlo en esa institución. Tratados de forma inhumana por las religiosas que detentan ese hospicio, Peter asiste una noche al secuestro de un montón de sus compañeros (incluido el mismo) por parte de un salvaje pirata llamado Barbanegra quien utiliza, a adultos y niños, para extraer de un inmenso pozo de basura unas  peculiares gemas ("pixum"), de las que cuales se saca un  polvo mágico que tiene el poder de conseguir la inmortalidad… Este enclave será el primero que conocerá Peter, antes de explorar el centro de Neverland,  el País de nunca jamás, donde estará  acompañado de un aventurero llamado James Garfio y conocerá a Tigrilla, una princesa india, tan atractiva como valiente. Excesiva en todas las facetas, carga las tintas rozando el esperpento en personajes como el pirata Barbanegra (interpretado por un maquilladísimo Hugh Jackman) o la monja que regenta el hospicio. Siguiendo con el barroquismo, la puesta en escena de algunas secuencias son tan abigarradas que la explosión visual de efectos digitales produce una sensación de caos, por mucho que la isla de nunca jamás, Barrie la describiera como un lugar alocado… Además también resulta rebuscado hacer amigo de Peter Pan al que luego será su peor enemigo: James Garfio. Pero, sobre todo, lo que chirría más de esta película es que erróneamente se ofrece como un producto dirigido a niños pequeños  cuando la concepción y desarrollo de la historia, sobre todo la parte concerniente al orfelinato y a Barbanegra y su pozo de basura, son tremendamente oscuros, más apropiados para  un público juvenil… Para: Los que quieran ver cómo se destroza el cuento de J. M. Barrie Juana Samanes