Siguiendo la estela de Centauros del desierto, de John Ford, el británico Paul Greengrass se apunta al género cinematográfico más genuinamente americano adaptando una vibrante novela de Paulette Jiles.

Cinco años después de terminar la Guerra civil estadounidense, el capitán Jefferson Kyle Kidd se gana la vida viajando, de ciudad en ciudad, narrando las noticias que cuentan los grandes periódicos del país. En una de sus travesías encuentra a una niña de diez años, Johanna, criada por los indios kiowas. Por una serie de circunstancias se verá obligado a llevarla al hogar de sus tíos, sus parientes más cercanos.

Claramente encuadrable en lo que se suele denominar “western crepuscular”, la película nos recuerda que a ese Oeste llegaron miles de colonos, procedentes de Europa, que buscaban una oportunidad en el Nuevo mundo cultivando la tierra, y cuidando ganado, en territorios dominados por los indios. Coincide con El Gran Combate, también del maestro Ford, en que aquí no se criminaliza a las tribus y pueblos indígenas que vivían en esas tierras, sino que lanza una mirada bastante ajustada a sus acciones violentas pero también a su caída y matanza por parte del hombre blanco.

Retrato certero de lo que era realmente el antiguo Oeste, a mitades del siglo XIX, y la situación económica y, más importante, moral que dejó el conflicto bélico americano. Noticias del gran mundo nos habla de dos personajes unidos por la pérdida y el dolor, que realizan juntos un viaje físico y emocional mientras deben enfrentarse a todo tipo de dificultades. Esa relación, plagada más de silencios que de palabras, nos va descubriendo la personalidad de ambos: la caballerosidad y bondad del “capitán”, la fortaleza e inteligencia de la niña.

La película, a pesar de adaptar un relato de ficción, está inspirada en hechos reales, en concreto el personaje principal, maravillosamente interpretado por Tom Hanks, recuerda la figura del  tatarabuelo del marido de una amiga de la escritora Paulette Jiles: Adolphus Caesar Kydd. Mientras que la niña engloba vivencias de cientos de niños y niñas que fueron secuestrados por los indios y criados por ellos tras asesinar a sus familias.

De ritmo pausado y, quizás, con abundancia de escenas que transcurren en la oscuridad, también en este filme se describen las tropelías cometidas por algunos secuaces, antiguos soldados, y el racismo imperante aunque, en teoría, la llama que había prendido la mecha de la guerra era la esclavitud imperante en el Sur.

Noticias del gran mundo puede disfrutarse en algunas salas de cine (pocas), el formato adecuado para verla, y en la plataforma Netflix, desde mediados de febrero.  

Para: los que les guste el cine de calidad y, sobre todo, los western.