La CNMV ha salvado a DIA, de momento, pero no se sabe a qué DIA porque los franquiciados no quieren a Mikhail Fridman. Y como saben, estos son una parte fundamental del grupo: según las cifras a cierre de 2018, las tiendas propias ascendían a 2.610 frente a 3.639 franquicias.

El regulador bursátil, tal y como se temía, permitirá que el magnate ruso se haga con la cadena de supermercados a precio de saldo. A última hora de la tarde del lunes, autorizó las modificaciones de la OPA solicitadas por LetterOne: eliminación del nivel mínimo de aceptación, considerar los 0,67 euros por acción ofrecidos como precio equitativo y acreditadas las serias dificultades financieras.

Así, el plazo de aceptación de la OPA se amplía, de nuevo, hasta el 13 de mayo, pero ojo, porque la decisión del regulador que preside Sebastián Albella podría no ser la mejor de todas. Es cierto que se busca evitar el concurso de acreedores, pero si los accionistas (muchos de ellos franquiciados) no se fían del ruso. Simplemente, creen que DIA vale mucho más de lo que paga.