El cuadro adjunto de de Javier Sevillano demuestra que la mujer está mejor tratada que el varón a la hora de acceder la función publica. O que ha hecho más méritos para ello: me es igual.

Evolución desde 1976

Me es igual porque el cuadro demuestra algo mucho más importante: que el número de funcionarios no deja de crecer en España, un país donde el sector público supera el 40% de la economía y subiendo. 

Y eso no es bueno, porque el sector publico se caracteriza por su productividad. A menos productividad menos competitividad y a menos competitividad menos crecimiento y más paro. 

Y esto es así desde 1976... y proporciona pistas de por qué nos pasa lo que nos pasa. Pero nos faltan políticos valientes. Y así llegamos a Nadia Calviño, que el viernes 9 nos presentaba una bajada (un trimestrillo de nada) de la previsión de crecimiento de la economía española para 2021 desde el 9,8 al 6,5%. 

El Gobierno Sánchez ni se plantea el terminar con una economía subvencionada que nos lleva directamente a la ruina

Cuando un responsable de Economía suelta esa barbaridad todos esperamos que, a renglón seguido, anuncie un cambio radical de la política económica. Sin embargo Nadia Calviño -no me extraña que sea conocida como 'Nadie' Calviño- aseguró que lo único que hay que hacer es esperar un trimestre más y empezará la recuperación. La imagen que la vicpresidenta ofreció el viernes era patética.

Pasemos de socialista a comunista. O sea, todavía más bruto -o bruta-. Yolanda Díaz, esa mujer que ofende sin levantar la voz, nos anuncia una nueva prorroga para los ertes. Con los ertes ocurre algo parecido a lo que sucede con las refinanciaciones: que no son algo bueno, son algo horrible, un mal menor, una soga cuando estás al borde del abismo. 

No podemos vivir en una España subvencionada, de ingresos mínimos vitales, que nos conduce directamente a la ruina. 

Hay una misión histórica para algún político con coraje: reducir el Estado del Bienestar y de forma rápida, y poner a trabajar a los españoles. Que al menos nos endeudemos para crear empleo, no para crear subvenciones; para crear puestos de trabajo, no funcionarios.

Los ertes, como las refinanciaciones, no son algo bueno: son un mal menor que sólo se debe utilizar cuando estás al borde del abismo

¿Alguien cree que Pedro Sánchez puede realizar esa tarea? Pero, entre nosotros, creo que Pablo Casado tampoco. A los dos les falta lo mismo: coraje. 

El giro necesario en la política económica española es de 180 grados y, además, resulta urgente. Menos sector público, menos funcionarios, menos subvenciones y mas reindustralización, aunque sea por la vía de la empresa pública. Sí, aunque sea por la vía no deseada de crear un nuevo INI y un nuevo programa de infraestructuras.  

En cuanto a Vox, su tendencia a cortar con todo lo que ellos llaman liberalismo económico, no parece la mejor de sus ideas.