• La tesis de la Cadena SER: si disminuye el número de escolares y no el presupuesto, se sentirán más cómodos.
  • Ya ven: algunos pensábamos que el problema no eran los recortes educativos, sino que no hubiera niños para educar. Pero no.
  • Educación progre: "Vete a ver lo que hace Tomasito y dile que no lo haga" y…
  • Para el progre, a los niños les debe educar el Estado, o sea, los maestros, no los padres.
Recuerdan ustedes aquella famosa película infantil titulada Chitty Chitty Bang Bang. La maestra de dos hermanos acude al padre de los niños para quejarse de que no han acudido a clase: Respuesta: -Me alegro. Así los otros niños habrán estado más cómodos en los bancos. Pues la progresía, en materia educativa, se le parece mucho. La cosa empieza con una información de la Cadena SER, según la cual el número de niños matriculados en educación primaria en España ha caído en 8.000 menores. Naturalmente, no tenemos hijos y sobran puestos en las escuelas. Uno diría que la tragedia es precisamente esa: que no tenemos descendencia, lo que nos coloca a España en estado de consunción. Además, no tener hijos resulta carísimo. Se trata de una sociedad envejecida donde se dispara el gasto sanitario, muy superior al educativo. Cuanto más viejos, más vamos al médico. Pues no. La directora de las mañanas, el programa radiofónico más oído (espero que no el más escuchado) de España, es decir, Pepa Bueno (en la imagen), así como sus progresistas colaboradores aseguran que lo realmente negativo son dos cosas: 1.- Si hay menos alumnos, el malvado Mariano gastará menos en educación. 2.- Corremos el peligro, con un gobierno fascista, que la educación privada se beneficie de la ausencia de niños. En primer lugar, ¿no es lógico que si hay menos 'clientes' se invierta menos en el negocio? En segundo lugar, ¿por qué iba la educación privada a beneficiarse de que haya menos niños? ¿No será al revés? Pero lo más importante: oiga, que el problema no son los recortes para educación sino que no haya niños para educar. Todo ello dentro de la filosofía progre sobre la educación, que se puede resumir en el viejo aforismo chestertoniano: "Mira a ver qué hace Tomasito y dile que no lo haga". El progre desea que no sean los padres, sino el Estado, quien eduque a los niños, y el Estado es, de suyo coercitivo, porque los padres son los únicos que aman a su hijos mientras el maestro se preocupa, ante todo, de su salario. Eulogio López eulogio@hispanidad.com