Esta señora que ven en la imagen es Kerry Kennedy, hija de Robert Kennedy, dedicada a sus filantropías, como corresponde a una señora progresista y millonaria, de ilustre apellido.

Se lanzó al estrellato con la frase "todos los niños tienen derecho a la vida". Ahora bien, no se equivoquen: resulta que se refería a los niños ya nacidos "no a los fetos", palabra que intuyo pronuncia con cierto hastío y no menos aversión.

Es como el artículo 15 de la Constitución española, que predica eso mismo: todos tienen derecho a la vida. Pero a partir del nacimiento y de su inscripción en el Registro Civil, no antes.

Y a todo esto, ¿qué es nacer? Es el traslado desde el seno materno hasta la primera cuna, unos metros más allá. En esencia, no hay cambio alguno, pero unos minutos antes puede ser asesinado y unos minutos después es ya titular de derechos constitucionales.

¿A qué resulta muy absurdo? Como Kerry Kennedy.

Ahora piensen en los 95.000 abortos quirúrgicos (químicos ni les cuento) que se perpetraron durante 2018, sólo en España. Rendiremos cuentas por ello.