Twitter ha comenzado su particular lunes negro con una caída de la cotización superior al 9%, de tal manera que el valor de la empresa en bolsa se ha situado en torno a los 25.500 millones de dólares, muy por debajo de los 44.000 millones ofrecidos por Elon Musk.

Al parecer, según apuntan varios analistas, el magnate se ha echado atrás, no porque le engañaran acerca del número de cuentas falsas de la red social, o por las acusaciones de presuntos abusos sexuales, sino porque ha utilizado Twitter para justificar la venta de unos 9 millones de opciones sobre acciones de Tesla, que expiraban próximamente.

En otras palabras, Musk nunca ha querido comprar Twitter y si tiene que pagar una sanción de 1.000 millones, la pagará gustoso. Según estos analistas, contaba con ello, pero aun así, le merecía la pena montar el circo.

De momento no hay nada definitivo, aunque todo apunta a que ambas partes se enzarzarán en un costoso y largo proceso judicial.