El Tesoro Público ha colocado este jueves 6.245 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones.

La demanda ha ascendido unos 12.000 millones de euros.

En concreto, ha subastado 2.407,88 millones de euros en el bono a cinco años, con un tipo marginal del 2,981% (frente al 2,853% de la emisión anterior).

En el bono a 15 años, ha adjudicado 1.911,24 millones de euros, y la rentabilidad marginal ha sido del 3,618% (frente al 3,536% de la subasta anterior).

En la obligación con una vida residual a 8 años ha vendido 1.457,59 millones de euros, con un interés marginal del 3,106% (frente al 3,589% anterior).

Mientras que en la obligación indexada a la inflación de la Eurozona, con vida residual de 9 años y 7 meses ha subastado 470,17 millones de euros con una rentabilidad marginal del 1,049% (frente al 1,213% de la subasta previa).

En cualquier caso, aunque en dos de estas emisiones el Tesoro ha tenido que pagar menos intereses y en otras dos más, la deuda sigue subiendo sin parar, lo que no es un buena noticia, dado el elevado riesgo que supone el estallido de una burbuja de deuda y también los efectos nocivos sobre las generaciones futuras. 

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