
Resta menos de un mes -4 de noviembre- para conocer los planes de Marc Murtra en Telefónica. Ese día, además, la compañía presentará los resultados del tercer trimestre. Serán malos con casi total seguridad, aunque ya saben que la contabilidad es una ciencia exacta: dice exactamente lo que quieres que diga.
Sea como fuere, lo importante será conocer el rumbo de la nueva Telefónica controlada por el citado Murtra, Javier de Paz, Emilio Gayo, Carlos Ocaña… y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien no necesita cargo oficial ni asiento en el Consejo. Como ya hemos explicado en Hispanidad, no hay dos bandos, zapateristas frente a sanchistas, sino uno sólo, y reman todos a una, como en Fuenteovejuna.
Pero no nos desviemos del tema, que es importante, porque el mercado ha empezado a desconfiar de Murtra. Efectivamente, nada más ser nombrado presidente (18 de enero de 2025), la cotización, que rondaba los 3,97 euros por título, subió significativamente y sólo un mes después ya estaba en los 4,14 euros.
Ni siquiera los malos resultados del primer trimestre, presentados en mayo, hicieron mella en bolsa y es comprensible porque no se le podían achacar al nuevo equipo. Ahora bien, no se puede decir lo mismo de los resultados del segundo trimestre, presentados a finales de julio. Desde entonces hasta este lunes, la cotización de Telefónica ha caído un 5,4%, hasta los 4,32 euros actuales. En ese mismo periodo de tiempo, el Ibex se ha revalorizado un 8% aproximadamente.
El próximo 4 de noviembre será muy importante para Telefónica… y para Murtra. El presidente tiene ante sí el reto, nada sencillo, de recuperar la confianza del mercado, que tanto le costó ganar a su predecesor, José María Álvarez-Pallete. Aquel tuvo que hacerlo reduciendo drásticamente el apalancamiento sin rebajar el perímetro y aumentando los ingresos. Murtra tendrá que seducir al mercado con un Plan Estratégico ambicioso y, sobre todo, creíble. Ya veremos, porque los resultados del tercer trimestre, que se presentarán también el día 4, serán, casi con total seguridad, tan malos o peores que los del primer semestre.











