
Carlos Slim está empeñado en convertirse en el primer inmobiliario de España, y en Hispanidad ya adelantamos sus planes: unir todos sus activos inmobiliarios en Realia, creando un gigante inmobiliario.
Y el mejicano ha dado un nuevo paso en su plan: Realia se va a comer a FCYC. Así lo ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "el Consejo de Administración de la Sociedad, en su reunión celebrada en el día de hoy, ha acordado por unanimidad convocar Junta General ordinaria de Accionistas de Realia para su celebración el 23 de junio de 2025", para aprobar "la fusión por absorción inversa de FCyC, S.A. (“FCYC”), como sociedad absorbida, por parte de su sociedad filial cotizada Realia".
Hace tan sólo un año, Slim reordenaba las piezas de su imperio con la escisión del negocio de FCC, con la creación de Inmocemento, donde agrupó el negocio inmobiliario (FCyC) y de cementos Portland, y de la que Slim posee el 80% del capital y de la que cuelgan el 76,652% de Realia, del 21,224% de Metrovacesa y del 100% de Jezzine Uno, patrimonial en renta controlada por Soinmob (sociedad del magnate).
La operación que ahora quiere llevar a cabo el mejicano es una fusión inversa por la que Realia, filial cotizada de FCyC, adquirirá todos los derechos y obligaciones de su matriz, que será disuelta. Se hará mediante un canje de acciones, en el que los accionistas de FCyC recibirán por cada una de sus acciones 19,916 títulos de Realia.
Y ojo, este es sólo un paso, pero aún quedan más: el principal una nueva OPA a Metrovacesa. Aún no tiene fecha y tiene un hueso duro de roer enfrente: Ana Botín, a la que no le importa en absoluto venderle Metrovacesa, pero no a cualquier precio. El plan culmiraría con la fusión de Metrovacesa y Realia, una vez controladas ambas, las sacaría de bolsa. El precedente más claro está en la estrategia con la que conduce Inmobiliaria Carso, que dejó de cotizar en la Bolsa de México en 2014, y no cuenta en su capital con compañeros de viaje.