Lo decíamos ayer martes en Hispanidad, Slim ha comenzado con muy buen pie la semana, Metrovacesa le daba la primera alegría. Pero la cosa se ha torcido, y es que FCC gana 58,8 millones hasta marzo, un 43,8% menos, por la escisión de su negocio inmobiliario y de cemento.

La compañía presidida por Esther Alcocer Koplowitz, ha reportado un beneficio neto atribuible de 58,8 millones de euros en los tres primeros meses del año, según ha informado este martes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este traspié tiene su explicación en la escisión y exclusión del grupo de sus negocios de cemento e inmobiliario desde el pasado mes de noviembre en una nueva sociedad independiente, Inmocemento.

Y es que por lo demás, Slim mantiene el ritmo en FCC. Registró unos ingresos de 2.181,7 millones de euros, lo que representa un incremento del 8,9% respecto al ejercicio anterior, al mismo tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 324,4 millones, un 14,6% superior, gracias, según FCC, al buen desempeño operativo de todas las áreas de negocio del grupo. En especial al repunte en un 16,7% de la cifra de negocio de medio ambiente, actividad que se vio reforzada tras las adquisiciones de empresas en Reino Unido, Estados Unidos y Francia en la primera mitad del ejercicio 2024; así como a la contribución del área de agua, con un incremento del 10,1%.

Por otro lado, la cartera de ingresos creció hasta los 45.757,6 millones de euros, un 6,3% más respecto al cierre de los tres primeros meses del año 2024, gracias al aumento de contratación en todas las áreas de negocio, y de forma notable en la actividad de construcción.

Tras la operación de Imocemento, el grupo ha reducido su resultado neto un 43,8% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2024, año en el que estas dos áreas escindidas aportaron a la compañía 35,2 millones de euros. Además, la deuda financiera neta del grupo cerró a 31 de marzo en los 3.096,2 millones de euros, lo que representa un aumento del 3,5% respecto a la misma fecha del año anterior.

Todo va bien en FCC, salvo que Slim no parece dispuesto a invertir más en España, como podía deducirse de la última rueda de prensa de la compañía, sólo va a seguir sacando rendimiento a su inversión. Salvó FCC, pagando su deuda y, en este proceso de negociación con la banca, aprovechándose de su dimensión. Ha ordenado el balance, sí, pero no se ha emocionado con la compañía. Y es que lo suyo es el inmobiliario.