Todas las previsiones, aun las más optimistas, apuntaban a un aumento de la morosidad coincidiendo con la retirada de las ayudas públicas por el Covid y la subida de los tipos de interés. De momento, sin embargo, la tasa media de morosidad se situó en marzo en un 3,5% tranquilizador, muy lejos de las ratios alcanzadas durante la crisis financiera.

Sea como fuere, la amenaza de los impagos permanece en un contexto económico incierto, con Alemania en recesión técnica. “Si los tipos suben 25 puntos básicos esta semana (el jueves 15 se reúne el BCE) vamos a estar en torno al 4% y las familias vulnerables van a tener más dificultad”, afirmó este martes Ángel Rivera, durante su intervención en el foro con motivo del 45 aniversario de Cinco Días. “Vemos un entorno un poco peor, habrá incumplimientos, pero no un drama de morosidad, en la última parte del ejercicio”, señaló.

Pero si la banca esperaba un repunte de los impagos, los clientes esperaban un aumento de la remuneración de los depósitos, algo que de momento no se ha producido, al menos para el cliente particular. El consejero delegado de Santander España justificó la postura del sector: “Al cliente particular no se le cobró nada por los depósitos en la época de tipos cero”, afirmó. O sea, que basta ya de quejas hacia unas entidades que no remuneran los depósitos, pero ofrecen unas hipotecas prácticamente insuperables, “de las más baratas de Europa”, según Rivera.

En cualquier caso, en ese mismo foro, el CEO de Ibercaja, Víctor Iglesias, aventuró que las entidades comenzarán a remunerar los depósitos durante la segunda mitad del ejercicio.