Héctor Grisi se ha estrenado como CEO del Santander de una manera inusual, emitiendo hasta 8.500 millones de euros en bonos en solo nueve días. La primera emisión, el 3 de enero -2.500 millones en cédulas hipotecarias- y la segunda, el lunes nueve: 5.000 millones en deuda sénior preferente, la mayor emisión de este tipo de deuda de un banco europeo desde que en 2009 Rabobank hiciera lo mismo.

¿Por qué esta urgencia? Efectivamente, el BCE elevó los requerimientos de capital del Santander para este año que comienza, pero también es cierto que la entidad cerró septiembre con unos ratios de capital superiores a los nuevos exigidos.

Lo que sí parece estimular estas emisiones, y no solo del Santander, es la subida, en el contexto actual, del cupón exigido por los inversores. El caso más paradigmático lo protagonizó el Sabadell, que el día 4 de este mes captó 500 millones de euros en ‘cocos’ a un interés trimestral -atención- del 9,4%. En noviembre de 2021 el cupón fue del 5%.

En el caso de la última emisión de 5.000 millones del Santander, tenemos que hablar de un interés de Euribor más 55 puntos básicos en los bonos a dos años, y de un cupón fijo del 3,75% para la deuda a tres años y del 3,87% para la de cinco años. Por las cédulas hipotecarias emitidas el día 3 (2.500 millones de euros a 3 años y 1.000 millones 7 años) tendrá que pagar un interés del 3,37%.

Acelerar la emisión de bonos para evitar el encarecimiento de la deuda -que se seguirá produciendo a lo largo de 2023- puede ser una solución, pero no es la mejor, ni mucho menos. El problema es que la alternativa para captar fondos es una ampliación de capital -excluidas las ampliaciones para el pago del dividendo-, algo que el banco no hace desde que lanzara la macro ampliación de 7.072 millones con el pretexto de la adquisición del Popular, en 2017.

El riesgo de fracaso es demasiado elevado y, en cualquier caso, la contrapartida sería la caída de la cotización, precisamente ahora, cuando ha logrado reducir las pérdidas al -2,69% respecto a enero de 2022.

Sea como fuere, ¿por qué el Santander tiene necesidad de captar dinero? Porque emitir deuda por 8.500 millones de euros implica apalancar la entidad todavía más.

En cualquier caso, la banca española se apalanca a marcha rápida: ¿Eso es bueno?