Héctor Grisi ya había comparecido ante la prensa en la presentación de resultados anuales del banco, el 2 de febrero, pero la de este martes ha sido la primera vez que lo hacía sin Ana Botín. Balance general: estuvo algo nervioso pero para alivio del departamento de Comunicación, no se salió del guión.

Dos detalles: cuando todavía faltaban quince minutos para comenzar, el personal del banco ‘animó’ a los periodistas a entrar en la sala, con el objetivo de despejar el camino a Grisi y evitar corrillos incómodos. Otro y más significativo: tras la primera pregunta, Gris se giró hacia Manuel Cendoya, vicepresidente de Santander España y Dircom del Grupo, y le preguntó: “¿Contesto yo?”.

Después de casi cuatro meses como CEO del banco, aunque lleva ocho años en el Grupo, Grisi no contempla hacer cambios en el equipo, que admitió conocer “muy bien” y con el que está “muy satisfecho”. “Nunca sabes, se irá viendo, pero te diría que no”, contestó.

Sin embargo, no aclaró si los avances en digitalización, que “llevarán al banco al siguiente nivel”, podrían suponer ajustes de plantilla próximamente. “Estamos construyendo un banco digital con sucursales”, afirmó en varios momentos de la presentación. “Las sucursales son muy importantes en lo que hacemos”, insistió, pero evitó pronunciarse acerca del futuro de la plantilla, principalmente la de red.

Relacionado

Lo cierto es que es un rumor que afecta a todo el sector y que ha ido creciendo en los últimos meses. Habrá más ajustes de plantilla por la digitalización, pero, de momento, nadie se atreve a aventurar cuándo y de cuántos empleados estamos hablando. Tranquilos, nada hace presagiar que lo veamos en 2023 que es, además, año electoral. Pero ya hay quien mira hacia 2024 con recelo.

Más cosas, por ejemplo, la remuneración de los depósitos. Lejos quedan los días en los que el Santander lideraba las batallas comerciales para captar clientes. Eso se ha terminado o, al menos, es lo que se desprende después de escuchar a Grisi. No habrá guerra de depósitos. “Reaccionaremos al paso que marque la competencia”, afirmó el CEO.

Por cierto, el Santander confirmó que ha recurrido el impuesto a la banca. Ya veremos cómo termina el asunto que, hasta marzo, le ha costado 224 millones de euros.