Y Pedro Sánchez, ahora demasiado obsesionado con el bótox y el ácido hialurónico, mintió… de nuevo (ya hemos perdido la cuenta). En su debate con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, hace unos días en el Senado, señaló que les acusaban de comprar más gas a Rusia, pero ya antes de la guerra en Ucrania lo hacían… Ahora se ha visto que miente, porque es cierto que seguimos comprando gas a Vladimir Putin, pero ahora mucho más que antes de la guerra.

En concreto, España ha comprado un 24,2% más de gas ruso entre enero y julio que en el mismo periodo del año pasado, según los datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). De hecho, Rusia ha sido nuestro cuarto proveedor, tras EEUU, Argelia y Nigeria, en los siete primeros meses del año. Y sólo en julio, las importaciones de gas ruso se dispararon un 141,3%, representando un 14,5% del total.

España ha sido el principal importador de gas natural licuado (GNL, que como saben cuesta más del doble que el gas que llega por gasoducto) ruso en julio y agosto,... pero Ribera quitó hierro. al asunto.

Claro que Sánchez no es el único mentiroso dentro del Gobierno. Horas antes del debate entre este y el pepero Feijóo en el Senado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Teresa Ribera, quitó hierro a que España haya sido el principal importador de gas natural licuado (GNL, que como saben cuesta más del doble que el gas que llega por gasoducto) ruso en julio y agosto, porque es algo que suele ocurrir de forma habitual. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico olvida que esto no queda muy bien por muy habitual que sea… porque desde algo más de seis meses hay una guerra en Ucrania que inició Rusia. Nuestro país se situó en estos meses de verano por encima de Francia, China, Bélgica, Japón y Portugal como importador de GNL ruso… por el que pagó unos 750 millones de euros, según un nuevo seguimiento de los envíos de petróleo, gas y carbón rusos que ha realizado el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés).

En dicho informe, también ha quedado patente que en los seis primeros meses de la guerra en Ucrania, España ha sido el tercer importador mundial de GNL ruso, sólo por detrás de Francia y Bélgica,… y ha pagado más de 1.500 millones. Además, se ha señalado que los ingresos de Rusia por las exportaciones de combustibles fósiles han alcanzado los 158.000 millones entre el 24 de febrero y el 24 de agosto, de los que la Unión Europea ha acaparado el 54% (unos 85.000 millones)… a pesar de las sanciones internacionales al país de Putin.

Volviendo a los últimos datos de Cores, se vuelve a reflejar que el que está haciendo un gran negocio con la guerra es EEUU, y en especial en España, que le ha comprado un 284,7% más de gas entre enero y julio… y en forma de GNL. De hecho, el país de Joe Biden se ha convertido en el primer suministrador de gas de nuestro país, desplazando a Argelia. Y es en esto último donde encontramos el gran error, porque España ha comprado un 41,9% menos de gas argelino en los siete primeros meses. Algo en lo que ha influido la crisis diplomática que ha provocado Sánchez con su cobardía ante Marruecos (amigo de EEUU), cambiando la postura respecto al Sáhara Occidental, y que están aprovechando en Italia y Francia para incrementar sus suministros de gas.