“Estoy deseando, como accionista, participar en el éxito continuo del Sabadell”, afirmó David Martínez en una carta remitida a Bloomberg. “He felicitado al banco por el resultado tras un proceso prolongado y reñido”, continuó, para concluir que está “plenamente convencido” del futuro exitoso del Sabadell.

La cosa tiene bemoles, porque Martínez, consejero dominical del banco catalán en virtud del 3,86% del capital que posee, anunció que acudiría a la OPA porque consideró que era “la estrategia acertada”. En definitiva, se enfrentó directamente al Consejo del Sabadell, que rechazó sucesivamente la operación por considerar que “destruye valor”.

No sólo eso, el inversor mexicano, con negocios en Argentina y México, donde el BBVA tiene una posición destacada, criticó el informe del Consejo del Sabadell, aunque después de tirar la piedra escondió la mano. “Con respecto al contenido del informe, dado que no comparto algunas de las opiniones y argumentos expresados, prefiero abstenerme”, afirmó.

Así, Martínez se convirtió en el principal argumento de Carlos Torres a favor de la OPA. Si un consejero del Sabadell, que conoce las entrañas de la entidad, acudía al canje era porque realmente era la mejor decisión para los accionistas. Al final, el apoyo del mexicano no fue suficiente y la OPA no alcanzó ni el 26% de aceptación.

Ahora, y después de abrazar el proyecto de Carlos Torres, Martínez recoge velas y pretende seguir como si no hubiese pasado nada. Pero lo cierto es que sí ha pasado y en manos del Consejo, concretamente del presidente, Josep Oliu, está la continuidad del mexicano como consejero, un cargo que debería renovar la Junta de Accionistas de 2026.

La tentación para prescindir de él es grande: no es consejero independiente por lo que la CNMV no pondría pegas a su cese, ni tampoco alcanza el mínimo de capital para tener derecho a un asiento en el Consejo, ya que posee el 3,86% y el mínimo es el 6%.

“Para mí, desde luego, sigue en el Consejo. Nadie ha dicho que no vaya a seguir”, afirmó Oliu tras el batacazo del BBVA en la OPA. “Su visión no ha coincidido con la del resto del Consejo, pero yo le respeto muchísimo, él me respeta mucho a mí, no hay nada más que decir”, zanjó el presidente del Sabadell. Ya veremos si renueva en 2026.