Ryanair ha empezado bien su ejercicio fiscal, pese a las huelgas, tras cerrar el anterior en números rojos. En su primer trimestre fiscal (abril a junio) ha dejado las pérdidas y ha ganado 170 millones de euros, aunque aún no ha recuperado el nivel preCovid de hace tres años (243 millones).

La aerolínea low cost ha disparado un 603% sus ingresos, hasta 2.600 millones, por el fuerte aumento de pasajeros (+461%), pasando de 8,1 millones a 45,5 millones, a pesar del impacto negativo de la guerra en Ucrania en las reservas y las tarifas de Semana Santa.

Su CEO, Michael O’Leary, ha destacado los planes de crear unos 6.000 empleos hasta 2026 y una inversión de más de 100 millones en sus centros de formación. Además, ha presumido de que “hasta la fecha, se han alcanzado acuerdos para la restauración salarial con sindicatos que representan aproximadamente más del 80% de nuestros pilotos y del 70% de nuestro personal de cabina en Europa”, aunque sigue impactada por las jornadas de huelga de TCP convocadas por los sindicatos USO y Sitcpla en España.

Respecto a la recuperación completa, O’Leary tiene la esperanza de que sea posible por la campaña de vacunación en Europa, aunque considera que no puede ignorar “el riesgo a nuevas variantes” y “acontecimientos adversos o inesperados”. Además, prevé que el alto precio del petróleo eleve sus costes de combustible un 20%.