Una vez más se ve que la pandemia del Covid-19 ha supuesto un fuerte golpe para el sector aéreo y el turismo mundial, colocando a las aerolíneas (incluidas las low cost) al borde de la quiebra, y les va a llevar años recuperarse, como han mostrado las cifras de Lufthansa y Air France-KLM. Ahora la última muestra llega con las de Ryanair, que sigue en pérdidas, aunque son un 56% inferiores por el fuerte impulso en ingresos (+193%) y pasajeros (+72%). 

Sin embargo, no recibe el aplauso del mercado -y por tanto de los inversores-, pues su cotización baja más de un 2% en el índice neoyorquino del Nasdaq. Una reacción en la que quizá han influido las declaraciones de su CEO, Michael O’Leary, donde entre otros aspectos, ha señalado que es “poco práctico, si no imposible” dar previsiones por el Covid y la guerra de Ucrania, y que el precio de los billetes podría subir más este verano por la alta demanda.

O'Leary subraya que “Ryanair está dispuesta a acudir al mercado de aviones de segunda mano antes de pagar los precios que pide hoy Boeing”, pues aunque está dispuesta a seguir fiel al fabricante aeronáutico estadounidense, cree que “están corriendo como si fuera un pollo sin cabeza” 

Ryanair ha tenido unas pérdidas netas de 355 millones de euros en su último año fiscal (abril 2021 a marzo 2022), un 56% menores a las del anterior (-1.015 millones), pero la “recuperación sigue siendo frágil”, según O’Leary porque están lejos del beneficio preCovid (1.000 millones). Una reducción de números rojos algo inferior a la reflejada en el tercer trimeste fiscal (octubre-diciembre), que fue del 80%, pero en la que se ha notado el fuerte impulso en ingresos (+193%, a 4.800 millones) y en pasajeros transportados (+253%, a 97,1 millones), a pesar de que también se han duplicado los costes de explotación, situándose en 5.270 millones. Y otro aspecto muy positivo de los resultados ha sido la reducción de la deuda neta en un 36,4%, hasta 1.450 millones, y se prevé que llegue a cero en los próximos dos años, pese a los picos de capex (inversiones de capital que crean beneficios) durante ese tiempo.

O’Leary ha advertido que el precio de los billetes podría subir más este verano por la alta demanda y el director financiero, Neil Sorahan, ha añadido que los billetes han aumentado un dígito respecto al periodo preCovid y que la tendencia podría continuar en los próximos meses. O’Leary también ha señalado que espera que en los próximos cinco años el tráfico de Ryanair crezca un 50%, llegando a 225 millones de pasajeros anuales. Por último, en la conferencia ante analistas, el polémico CEO ha subrayado que “Ryanair está dispuesta a acudir al mercado de aviones de segunda mano antes de pagar los precios que pide hoy Boeing”, pues aunque está dispuesta a seguir fiel al fabricante aeronáutico estadounidense, cree que “están corriendo como si fuera un pollo sin cabeza” y que “el fabricante necesita volver a empezar en Seattle y mejorar el actual equipo gestor o, en su caso, cambiarlo”.