José María Roldán se despidió este martes como presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) y presentó a la prensa a su sucesora, Alejandra Kindelán, ex directora del servicio de estudios del Santander, que, tras agradecer la bienvenida, se marchó. “Hoy es el día de José María”, afirmó.

Roldán no tiene tan claro que el BCE vaya a subir los tipos de interés este año, tal y como apunta el mercado. “La incertidumbre que ha generado Ucrania reduce las probabilidades de subidas de tipos”, afirmó, reduciendo así las optimistas previsiones de las entidades, que ya veían la luz al final del túnel.

A Roldán no le gusta la Autoridad Administrativa Independiente de Defensa del Cliente Financiero, cuyo anteproyecto de ley aprobó el Consejo de Ministros de este martes. A él le gusta el modelo de supervisión ‘twin peaks’, más europeo que anglosajón, que consiste en un supervisor de solvencia -Banco de España- y otro de conducta -CNMV-. Un modelo en el que quedan claras las competencia de cada uno y que, además, aprovecha lo que ya tenemos y evita crear organismos nuevos, con su presupuesto correspondiente. Además, tampoco se mostró de acuerdo con que las entidades tengan que pagar una tasa de 250 euros por cada reclamación, para financiar esa nueva figura. “Estudiaremos la norma para ver cómo encaja”, aclaró.

El ex presidente de la patronal bancaria cree que el sector ya ha realizado gran parte del ajuste de plantilla y oficinas que requería, aunque reconoció que España sigue teniendo más sucursales que el resto de países europeos. Lo más duro ya pasó, pero el ajuste no ha concluido.

¿Fusionar la AEB y la CECA? Será una de las tareas de Kindelán, porque durante los ocho años de Roldán no llegaron a ningún acuerdo. Está por ver que, realmente, ambas patronales, estén interesadas en unirse.

Roldán calificó 2021 como “un buen año” para los bancos de la AEB. Todos los parámetros mejoraron: el beneficio alcanzó los 15.125 millones de euros, frente a las pérdidas de 2020; el crédito a la clientela aumentó un 5,3% y los depósitos, un 7%; la morosidad se redujo al 3,6%, con una cobertura del 70%; el ROE superó los niveles precrisis y alcanzó el 9%; la ratio de solvencia CET1 ‘fully loaded’, el 12,3% y la ratio de eficiencia mejoró hasta el 48,1%.

Enhorabuena a los premiados.