En el pleno del Congreso de los Diputados, la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, ha presumido de haber quitado ya 250 millones de euros a las eléctricas con la entrada en vigor del timo del tope ibérico (oficialmente, la ‘excepción ibérica’ y que defendió notablemente RTVE), reduciendo los denominados “beneficios caídos del cielo”. Sin embargo, con esta medida sólo ha rebajado un 14% la factura de la luz, pese a las “grandes expectativas” que había generado el Gobierno Sánchez.

A este tajo de los llamados “beneficios caídos del cielo”, conviene recordar que se sumará otro a través de un nuevo impuesto que impondrán, al parecer, no sólo a las eléctricas sino también otras energéticas (gasísticas y petroleras). Así, lo dejó entrever la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús (Marisu) Montero: “Todo el mundo puede entender que el conjunto de empresas energéticas, no solo las eléctricas, están teniendo beneficios no justificables”. Pero llegó mucho más allá, incluso al ataque al considerar que es “de justicia social que se redistribuya la carga que supone el alza de la inflación” y que las energéticas están entre las interesadas en “derribar al Gobierno” porque su intención es “preservar su margen de beneficios”. Menos mal que, por ahora, se ha aplazado, de nuevo, hasta septiembre la tramitación del FNSSE, que sobre todo golpeará a petroleras y también a gasistas. 

Marisu Montero dejó entrever que el nuevo impuesto -que se inspirará en el de Italia- se podría imponer no sólo a eléctricas, sino a otras energéticas: considera que están entre las interesadas en “derribar al Gobierno” porque su intención es “preservar su margen de beneficios”

Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico también ha manifestado el interés del Gobierno en el diseño del impuesto italiano sobre los beneficios caídos del cielo de las grandes energéticas, en la misma línea de lo que unos días antes apuntó Pedro Sánchez. Dicho tributo en Italia ha gravado con un 25% los beneficios extra obtenidos entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022 siempre que fueran superiores a los 5 millones, y se baraja que el nuevo impuesto en España llegue con una proposición de ley en julio por el trámite de urgencia para entrar en vigor antes de fin de año y exigirse a partir de 2023.

Ribera ha presumido también de que la ‘excepción ibérica’ ha demostrado “ser eficaz” para “bajar los beneficios de las empresas y la factura de la luz”. En concreto, ha destacado que entró en vigor en condiciones adversas (ola de calor, recortes de suministro de Gazprom, explosión en la planta estadounidense de gas natural licuado de Freeport, baja producción de renovables -menos eólica e impacto de la calima en la fotovoltaica-) y ha supuesto “precios menores sin mecanismo” que los de los socios europeos y una “rebaja del 14%” en la factura de la luz. Es más, ha referido que desde el 15 de junio hay “precios más bajos días tras día”, algo que no es cierto, y que “la media del pool (mercado mayorista de electricidad) sin ajuste (es decir, la compensación a los productores del gas con precio topado) ha sido un 45-55% inferior a la de Alemania, Francia o Italia”.

Ribera destaca que el tope ibérico influirá en los precios futuros: los analistas prevén que en el cuarto trimestre, el precio medio del 'pool' sea de 149 euros, frente a los 343 de Alemania y los 723 de Francia por “la terrible situación de su parque nuclear”

La vicepresidenta ecológica también ha destacado que el tope ibérico influirá en los precios futuros, pues los analistas prevén que en el cuarto trimestre, el precio medio del pool sea de 149 euros, frente a los 343 euros de Alemania y los 723 euros de Francia por “la terrible situación de su parque nuclear, que tiene parado el 50% por razones de seguridad”. Un argumento que seguramente seguirá utilizando para insistir en el error de no retrasar el cierre de las nucleares españolas, al tiempo que defiende que “hay que buscar las mejores decisiones”.

Entre las intervenciones del resto de partidos, destacar la de Vox, donde Mireia Borrás, le ha recordado a Ribera que el precio medio de la luz para los clientes de tarifa regulada es mayor al registrado en mayo, cuando no había entrado en vigor el tope ibérico, que considera “un juego de trileros”. Asimismo, ha subrayado la subida del precio de los carburantes y que 500 gasolineras han tenido que cerrar, así como la elevada inflación (situada en el 10,2%, según los últimos datos avanzados por el INE). Y como Borrás, desde el PP, Guillermo Mariscal, también ha referido que es un error cerrar la nuclear, que aporta el 20% de la electricidad, y ha recordado el elevado déficit de tarifa que dejó Zapatero con las primas a las renovables y se encontró Rajoy al llegar a La Moncloa y que actualmente seguimos pagando. 

Pablo Echenique ha pedido “subir impuestos ya a eléctricas y petroleras” y ha referido en varias ocasiones que “como a mí no me pueden comprar con una puerta giratoria, yo lo puedo decir”, pero debería recordar, como dice el refrán, que torres más altas han caído

Desde el PDeCAT, Ferran Bel, ha recordado a Ribera que “en política muchas veces te juzgan por las expectativas” y que el Gobierno había generado “expectativas demasiado altas”, aunque como fiel socio de este, apoya la medida. Eso sí, les ha hecho una petición: “Intenten tomar medidas improvisando menos”.

Por su parte, en la órbita podemita pocas sorpresas. Desde Unidas Podemos, Pablo Echenique ha pedido “subir impuestos ya a eléctricas y petroleras” y ha referido en varias ocasiones que “como a mí no me pueden comprar con una puerta giratoria, yo lo puedo decir”, pero debería recordar, como dice el refrán, que torres más altas han caído. Y desde Más País, Íñigo Errejón ha señalado que “para Iberdrola, Repsol y BP, la inflación es un chollo”. Todo bastante previsible…