Madrugadora como siempre, la entidad financiera dirigida por César González-Bueno nos presenta sus resultados referidos al tercer trimestre del ejercicio, veinticuatro horas después del ‘terremoto’ que provocaron ayer las cifras presentadas por el Santander. Me produce un ‘déjà vu’ escuchar a primera hora que el Sabadell obtiene un beneficio atribuido de 709 millones de euros (M€) y que representa un crecimiento del 91,9% interanual, y me vuelve a parecer imposible que menos de dos meses de subidas de tipos de interés den para este resultado.

Efectivamente este jueves volvemos al día de la marmota en el que un excelente resultado en la última línea de la cuenta no es necesariamente un buen resultado que garantice una recurrencia por cambio de ciclo a consecuencia de las subidas de tipos de interés, porque vienen más.

Vamos con los números, ya que lo veremos mejor. El margen de intereses ha subido un 6,2%, y así alcanza los 2.722M€ con un excelente crecimiento del 13,8% en la filial británica TSB y del 3,1% sin su aportación. Creo que las subidas de tipos no van a mejorar las cuentas de resultados, pues de momento ya vemos que la financiación de la TLTRO III (préstamos del BCE a los bancos, en condiciones favorables) empieza a reducirse, los costes de financiación mayorista también crecen paralelamente a los tipos de interés y ya empiezan a remunerarse algunas cuentas de clientes, por lo que las aportaciones de la cartera ALCO (cartera de bonos soberanos, principalmente) toman un mayor protagonismo en el margen. Las comisiones crecen un 4,5% hasta los 1.118M€, por crecimientos de servicios y operativa de tarjetas, mientras que en el TSB lo hace en un 20,1% por operaciones de riesgo, 113M€ más por resultados de participadas (+68%) y ya vemos que el margen bruto de 3.907M€ es un 0,7% inferior al registrado en el mismo periodo de 2021.

Los costes muestran claramente los efectos de la radical política de ajustes iniciada el pasado ejercicio, y así a finales del tercer trimestre los 1.753M€ de gastos de explotación significan un 18,8% menos que los registrados en el mismo periodo del 2021, 407M€ menos en términos reales, de estos 367M€ (90,2%) lo son en gastos de personal, 1.612 empleados menos en este periodo ha sido el precio de esta rebaja. El resto de los gastos se reducen en un 5,3% y registran ya las consecuencias del aumento de la inflación de los últimos meses. El margen antes de dotaciones asciende a 1.744M€ que suponen 385M€ más que en el ejercicio anterior, un 28,3 en términos porcentuales.

El mercado que como lo hizo ayer con el Santander, no ha comprado la euforia de sus resultados y al cierre del artículo, la cotización del Sabadell lejos de subir presenta un descenso de un 1,6%

Hasta este punto hemos visto que de los 493M€ más antes de impuestos obtenidos en este ejercicio, el margen bruto ha justificado -1M€, el margen antes de dotaciones +385M€, con lo que nos faltarían 109M€, que no pueden ser más que de menores dotaciones y deterioros.

Vemos que la inversión crediticia ha crecido un 2,8% y ya se sitúa en 156.675M€ que representa un crecimiento del 2,9% y donde en términos porcentuales destaca el crédito comercial con un incremento del 30% siendo las hipotecas, que en los mismos términos solo crecen un 0,6%, significan el 57,2% del total del riesgo vivo a la fecha. A pesar de este incremento interanual, en este tercer trimestre la inversión crediticia se ha visto reducida en 1.399M€ probablemente por la incertidumbre económica y el alza de tipos de interés. El TSB ha registrado una reducción del 2,2% interanual en el saldo de su inversión crediticia.

Del total de riesgos a la fecha, 7.039 millones de euros un 4,5% se encuentra clasificado como riesgo problemático y 5.830M€ en stage3 un 3,4%, el ratio de cobertura total se ha situado en un 55,1% un 2,8% inferior al que registro en el ejercicio anterior, que hasta el momento les sitúa ligeramente por debajo de lo que hemos visto hasta la fecha, pero que seguro les ha permitido reflejar en la cuenta de resultados los 173M€ menos en dotaciones por insolvencias.

Hay que constatar dentro de los ratios de gestión que el de eficiencia haya descendido en 10,7 p.b. y se haya situado en un 45,83%, sin el TSB el ratio baja hasta el 40,93%.

Hemos visto que la ‘espectacular’ mejora de los resultados de la entidad vallesana no se ha basado en una solidez del margen antes de costes y que se ha salvado un resultado excepcional gracias solo a la reducción de costes y recuperación de dotaciones por deterioros e insolvencias: veremos si se pueden consolidar dentro de un contexto muy incierto que podría disparar cifras de paro, descenso de consumo y con los incrementos de tipos de interés, descenso de créditos y aumento de impagos, con lo que volverían a subir las dotaciones.

El mercado que como lo hizo ayer con el Santander, no ha comprado la euforia de sus resultados y al cierre del artículo, la cotización del Sabadell lejos de subir presenta un descenso de un 1,6%.

Durante el encuentro con la prensa, González-Bueno criticó el nuevo impuesto que prepara el Gobierno para los bancos, y que grava, no los beneficios, sino los ingresos “Entre tributos, tasas e impuestos hemos pagado 800 millones sobre un resultado de 500. Es una anormalidad, no es normal en ningún sector”, afirmó.