Banco Sabadell ha cerrado el ejercicio 2024 con un beneficio neto de 1.827 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 37,1% respecto al año anterior. La entidad ha sabido aprovechar el entorno de tipos de interés altos durante gran parte del año para impulsar su margen financiero, aunque los primeros recortes por parte del Banco Central Europeo ya han empezado a dejarse notar. En bolsa, los resultados han sido bien acogidos en términos anuales, con la acción cerrando 2024 en 1,877 euros, lo que supone un incremento del +68,7% interanual y eleva la capitalización bursátil del banco hasta los 10.063 millones de euros. No obstante, en la sesión del viernes 7, la publicación de los resultados ha provocado una caída de la acción en el momento de la realización de este artículo cercana al 2%, tras haber llegado a subir un 1,83% en la apertura. Este comportamiento refleja la volatilidad habitual tras la presentación de resultados, con algunos inversores optando por recoger beneficios tras la fuerte revalorización acumulada en los últimos meses.

El margen de intereses alcanzó los 5.021 millones de euros, un 6,3% más que en 2023, gracias a un mayor rendimiento del crédito y de la cartera de renta fija. Sin embargo, en el último trimestre se ha observado una ligera contracción en España, reflejo de la bajada de tipos que empieza a trasladarse al negocio bancario. Por otro lado, las comisiones netas se situaron en 1.357 millones de euros, con una caída del 2,1% interanual, afectadas por menores ingresos en tarjetas y cuentas a la vista. No obstante, en el trimestre mostraron una mejora del +3,3%, impulsadas por el buen desempeño de la gestión de patrimonios y seguros.

A pesar del entorno de mayor presión en ingresos, la entidad ha mantenido un firme control sobre sus costes. Los gastos operativos aumentaron un 2,3% interanual, hasta los 3.084 millones de euros, aunque los costes recurrentes crecieron a un ritmo algo superior (+2,7%), debido a mayores gastos de personal y generales. El margen recurrente (margen de intereses + comisiones - costes recurrentes) alcanzó los 3.315 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 6% respecto al año anterior, consolidando la rentabilidad del banco.

En cuanto a la calidad del activo, Sabadell ha seguido mejorando sus métricas, con una reducción del coste del riesgo hasta los 26 puntos básicos (-17 pbs interanual) y una menor necesidad de dotaciones para insolvencias, que cayeron un 30,3% respecto a 2023. La ratio de morosidad se situó en el 2,8%, reduciéndose en 68 puntos básicos en un año, mientras que la cobertura de activos problemáticos mejoró hasta el 58,6%. Estos avances se han visto reforzados por la recuperación de una deuda significativa tras una sentencia favorable, lo que ha permitido liberar provisiones en el cuarto trimestre.

A pesar del entorno de mayor presión en ingresos, la entidad ha mantenido un firme control sobre sus costes. Los gastos operativos aumentaron un 2,3% interanual, hasta los 3.084 millones de euros, aunque los costes recurrentes crecieron a un ritmo algo superior (+2,7%), debido a mayores gastos de personal y generales

La entidad mantiene una posición de liquidez y solvencia sólida. La ratio CET1 fully loaded se situó en el 13,02%, dentro de los parámetros exigidos y con margen suficiente para continuar retribuyendo al accionista. De hecho, Sabadell ha anunciado que repartirá 1 punto porcentual de exceso de capital, lo que situaría la ratio CET1 en el 14,04% sin este ajuste, reforzando su compromiso con la rentabilidad para sus inversores.

De cara a 2025, la gran incógnita será el impacto de un escenario de tipos de interés más bajos. El BCE ha iniciado un ciclo de recortes que, previsiblemente, se acentuará en los próximos trimestres, lo que podría ejercer presión sobre el margen financiero. No obstante, Sabadell cuenta con dos grandes fortalezas para contrarrestar este efecto: por un lado, la solidez de su crecimiento en volúmenes de crédito, tanto en empresas como en hipotecas, y por otro, la buena evolución de TSB en Reino Unido, donde los márgenes continúan en fase ascendente.

Como conclusión, la entidad cierra 2024 con una posición robusta en capital y liquidez, lo que le permitirá afrontar con garantías los desafíos de un nuevo entorno monetario. Con una rentabilidad en máximos y una acción al alza en términos anuales, la clave para los próximos trimestres será mantener el equilibrio entre crecimiento y eficiencia operativa en un mercado cada vez más competitivo.