“Nada ha empeorado en los fundamentales de la entidad"
Continuando con las presentaciones de resultados al cierre del ejercicio 2022 de las entidades financieras, este lunes nos ha llegado la del grupo Cajamar, la entidad presidida por Eduardo Baamonde, integrado en el Banco de Crédito Cooperativo, que asume su representación y dirección como cabecera del grupo y que a finales del 2021 era la décima entidad financiera española por volumen de activos. Actualmente, continúa presentando algunos claro-obscuros a los que arrastraron las políticas de expansión crediticia en los tiempos del crecimiento inmobiliario.
El resultado consolidado que presenta hoy es de 80 millones de euros (M€), un 27,7% superior al obtenido en el mismo periodo del 2021, en el que encajó 528,8M€ en pérdidas por deterioros de activos y 170M€ de provisiones por pérdidas.
Como es lógico, más teniendo en cuenta el modelo de negocio minorista que tiene la entidad, el margen de interés -a raíz de los incrementos de tipos que se empezaron a registrar en el último trimestre del ejercicio-, que registró 206,4M€ (el 29,4% del total), ha empezado a ser protagonista de la cuenta. Los 702,9M€ obtenidos, ha supuesto un incremento del 4,5% interanual y además con un descenso del 52,9% en la financiación TLTRO (Targeted longer term refinancing operations – mecanismo del BCE para otorgar liquidez a los bancos en condiciones muy favorables) que en el ejercicio solo ha supuesto el 8,6% del total de los recursos requeridos. Igualmente, las comisiones percibidas crecen un 17,5% como consecuencia del fin de las moratorias registradas como consecuencia de la pandemia y en concreto las comisiones por servicios lo hacen en un 18,1%. Lógicamente el resultado de operaciones financieras (ROF), 101,9M€, se ha reducido en un 78,2% interanual por la mejora en la actividad y vinculación del negocio de clientes.
La partida de otros productos/cargas de explotación (-52,1M€) crece un 15,6% dejando el margen bruto en 1.074,1M€, un 21,6% inferior al del ejercicio precedente, pero que sin tener en cuenta el extraordinario que representa el resultado por operaciones financieras ROF supone +68M€, un 7,5% más interanual y que significa la vuelta a una prudente rentabilidad de la base de su negocio que no es otro que el de clientela minorista.
Como consecuencia de la mejora en la gestión del riesgo, el reflejo en la cuenta de resultados ha sido de 323,3M€ de pérdidas por deterioros, un 38,9% inferiores a las registradas en diciembre del 2021
Los costes tienen un crecimiento contenido a pesar del incremento inflacionario que ya hemos visto en otras entidades y así los gastos de personal registran un incremento del 1,1% y los generales de administración un 1,2%. Esto ha sido posible, además de por las contenciones en costes, por la reducción de plantilla en 104 trabajadores (-2%) y de 30 oficinas (-3,4%). El margen de explotación alcanza los 471,4M€, -39,3% interanual, que sin tener en cuenta el impacto del ROF por el extraordinario que supuso en el 2021, el margen hubiese sido de 59,6M€, un 18,2% superior al ejercicio precedente. El ratio de eficiencia, a pesar del control de costes realizado, se ha situado en un 56,11%, 12,76 p.b. superior al registrado al cierre del 2021 y que le sitúa como uno de los peores que hemos visto en las entidades ya reportadas.
Desde hace ya algunos trimestres, la gestión de riesgo parece que va dando resultados “esperanzadores”. Ya hemos hecho más de una crítica a modelos pasados de gestión de riesgos, en especial en áreas regionales como Cataluña que literalmente eran máquinas de dilapidar recursos generados en otras áreas como Andalucía, a bajo coste, en créditos hipotecarios con un alto potencial de riesgo de impago. Parece que, afortunadamente después de algún tiempo, la gestión del riesgo parece mejorar. Los riesgos totales a 31-12-22 han ascendido a 38.657M€, un 5,8% más interanual, con un total de 1.018,8M€ riegos dudosos, un 22,6% inferiores a los registrados en el mismo periodo del 2021, lo que supone una tasa de morosidad del 2,64%, que es un 0,96% menor a la registrada en diciembre anterior. La cobertura que han generado estos riesgos al cierre del ejercicio que nos ocupa, alcanza los 693,7M€ (68,42%), frente a los 935,2M€ (71,28%) que presentaba en diciembre del 2021. Es un dato significativo que por primera vez en bastantes ejercicios el crédito dudoso a particulares (452M€) presenta un saldo inferior al de sociedades (561,6M€), lo que se podría interpretar como un cambio en el sentido del destino del riesgo de la entidad. Otro cambio importante es la reducción en un 17,5% interanual de los créditos restructurados que ascienden a un total de 1.485M€.
Como consecuencia de esta mejora en la gestión del riesgo, el reflejo en la cuenta de resultados ha sido de 323,3M€ de pérdidas por deterioros, un 38,9% inferiores a las registradas en diciembre del 2021.
Importantes cifras las que ha registrado la entidad al cierre del ejercicio, ya que además de haber conseguido un incremento del 27,7% en sus resultados, lo ha hecho con dos datos importantes que pueden apuntar a una mayor rentabilidad, uno con un recurso inferior a los ROF del 78,2% y otro con un 38,9% menos de deterioros de activos, dos puntos importantes para retomar rentabilidades que parecían lejanas en trimestres anteriores.
Por último, la solvencia del ratio CET1 fully Loaded ha cerrado en un 13,25%, 0,47p.b. por encima de la obtenida al cierre del ejercicio anterior.