Repsol continúa liderando los descuentos en combustibles, tema en el que tomó la iniciativa el 16 de marzo de 2022 y se adelantó a los descuentos que puso en marcha el Gobierno el 1 de abril de ese año. Le sigue la petrolera portuguesa Galp y a algo más de distancia Cepsa, pero las dos primeras deben decidir en unos días qué hacer con dichos descuentos porque su vigencia actual termina el 15 y el 31 de octubre, respectivamente. Es decir, deben decidir si los descuentos suben, se mantienen, bajan o acaban.

En este contexto, hay que tener en cuenta que el precio medio de la gasolina ha tenido su primer descenso en los últimos tres meses esta semana, quedándose en 1,751 euros el litro; mientras el diésel suma ya 13 semanas al alza y se sitúa en 1,687 euros/litro, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press. Así, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta 96,3 euros y con diésel sale por 92,78 euros, lo que supone 15 y 4 euros más, respectivamente, que hace un año.

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El barril de Brent (de referencia en Europa) ha dado un respiro en los últimos días y se sitúa en 85 dólares, porque ha pesado más cierto temor a una caída de la demanda por el enfriamiento de algunas economías que Arabia Saudí y Rusia mantuvieran los recortes adicionales en su oferta de crudo anunciados semanas atrás. Por ahora, quedan algo más lejos los 95 dólares de mediados de septiembre y la previsión de que llegaría a los 100 que hizo el CEO de Chevron, Mike Wirth.

Teniendo en cuenta todas estas cifras, volvamos a los descuentos. Repsol ofrece entre 10 y 40 céntimos por litro de combustible y entre un 6% y un 100% del importe en recargas eléctricas, en función de las energías que el cliente tenga contratadas (que incluyen coche, luz, calefacción y autoconsumo solar). Lógicamente, a más energías, mayores descuentos, a través de la aplicación Waylet (la cual ya supera los 6,7 millones de clientes), y ahora la gran decisión es si seguirán o no más allá del 15 de octubre.

El barril de Brent ha dado un respiro en los últimos días y se ha situado por debajo de los 85 dólares, porque ha pesado más cierto temor a una caída de la demanda por el enfriamiento de algunas economías que Arabia Saudí y Rusia mantuvieran los recortes adicionales en su oferta de crudo anunciados semanas atrás

Por su parte, Galp ofrece descuentos a los usuarios del programa de fidelización Mundo Galp de 10 céntimos por litro en los combustibles regulares y de 15 céntimos en los carburantes premium-Evologic, que se incrementan hasta los 15 y 20 céntimos para el primer repostaje de los nuevos usuarios. Además, ofrece un lavado a mitad de precio y si se instalan placas solares, los descuentos en combustibles llegan a 35 y 40 céntimos; y por último, los clientes pueden acceder a una bonificación del 30% en las recargas de vehículos eléctricos hasta el próximo 31 de diciembre.

Cepsa, la petrolera controlada en un 61,5% por el fondo soberano de Abu Dabi (Mubadala) y en un 38,5% por el fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group, cuenta con descuentos para los usuarios de Cepsa GOW de entre 5 y 6 céntimos en combustible y de 2 céntimos por cada kilovatio/hora en recarga eléctrico y 5 céntimos por cada euro consumido en productos de la tienda o en servicios de lavado. Además, a los nuevos clientes les da 5 euros de saldo. 

Es cierto que las petroleras tienen margen para mantener los descuentos, pero también que sus resultados han bajado al haber un precio del crudo inferior al de hace un año, como se vio en las cifras semestrales de muchas de ellas. 

Paralelamente, no hay que olvidar a los transportistas, que están indignados al reducirse el descuento del Gobierno a 5 céntimos y piden que vuelva a 20 céntimos. Con el diésel encadenando 12 semanas consecutivas de subidas, un camionero gastaba de media más de 1.800 euros mensuales más en llenar el depósito que el pasado junio, y ahora ya van 13 semanas de incrementos. Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ya se advirtió que “el transporte de mercancías por carretera es fundamental para el funcionamiento de las cadenas de suministro y el abastecimiento de la población y, si el Gobierno no toma cartas en el asunto, las consecuencias serán imprevisibles, pudiendo llegar a ocasionar un grave perjuicio para la economía española en su conjunto”. Hace unos días, el ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, refirió que en el Gobierno son “conscientes de las reivindicaciones” y apostó por el diálogo con los transportistas.