Repsol crece en clientes de luz al comprar la cartera de 25.000 clientes residenciales y pymes de Capital Energy, alcanzando los 1,35 millones en electricidad y gas, por lo que continúa avanzando posiciones con la vista puesta en el objetivo previsto (2 millones de clientes de electricidad, gas y movilidad eléctrica en 2025). Y mientras en España, hay buenas noticias, desde Perú llegan más problemas: su Gobierno ha parado el suministro de petróleo (tanto la carga como la descarga) de la refinería La Pampilla.

Una decisión que la compañía multienergética que preside Antonio Brufau y que dirige Josu Jon Imaz ha considerado “desproporcionada e irrazonable”, pero se esforzará para “evitar el riesgo de desabastecimiento de los ciudadanos peruanos”, porque dicha refinería abastece el 40% del mercado peruano de combustibles. Asimismo, continuará centrada en la limpieza del derrame de petróleo que se produjo el pasado 15 de enero cuando el fuerte oleaje interrumpió la descarga del buque de bandera italiana Mare Doricum, y también con el apoyo a las poblaciones y la fauna afectada.

La refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles y el pasado 15 de enero, el fuerte oleaje interrumpió la descarga de un buque causando un derrame de petróleo

La decisión del Gobierno de Perú no ha tenido repercusión en la cotización de Repsol, que ha subido un 1,26% este martes, muy similar a como lo ha hecho el Ibex (+1,32%). Y es que Perú tiene un peso aproximado del 1,9% del resultado neto de explotación (Ebit) en 2021 y un 7% de la producción total de la compañía, según los analistas del Banco Sabadell.

Recuerden que Perú esconde su negligencia culpando a Repsol del derrame de petróleo, porque fue el único país que no alertó de tsunami tras la erupción del volcán de Tonga y le dijo a la compañía que podía proceder a la descarga de crudo. Una negligencia que también provocó la muerte de dos mujeres. La reacción del país hispanoamericano para intentar echar balones fuera coincide en un momento de fuerte debilidad política: el presidente, Pedro Castillo, ya tiene una desaprobación del 60% y ha cumplido recientemente seis meses en dicho cargo. 

A esto ahora hay que sumar que el pasado viernes, dimitió el ministro del Interior, Avelino Guillén, tras pedir a Castillo que relevara al jefe de la Policía, que está acusado de corrupción. Días después, se ha sumado la renuncia de la primera ministra, Mirtha Vásquez, en protesta por la marcha de Guillén,… claro que Castillo, lógicamente, ha preferido señalar en Twitter que “como siempre he anunciado en mis intervenciones, el gabinete está en constante evaluación. Por tal motivo, he decidido renovarlo y conformar un nuevo equipo”.