La filial en España de la farmacéutica estadounidense Gilead Sciences facturó  382,7 millones de euros en 2020, un 13,6% más que en el ejercicio anterior. 

Cabe recordar que este laboratorio desarrolló el Veklury (remdesivir), el primer tratamiento que se aprobó en 2020 para las personas infectadas con Covid-19, del que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso en noviembre por no estar demostrada su eficacia. Pero se ha seguido usando, hasta el punto de que en todo el mundo, el año pasado, ese fármaco facturó 2.811 millones de dólares, aportando alrededor del 11,5% de las ventas de ese año e impulsando el crecimiento de la cifra de negocios un 10% de forma interanual.

El beneficio neto fue de 1,24 millones, frente a los 2,3 millones del año anterior. 

La compañía informa también en sus cuentas que ha puesto en marcha "un ambicioso programa de investigación" para el desarrollo clínico de Veklury (remdesivir) también frente al Covid-19, en el que España participa activamente: "37 hospitales españoles han participado en los ensayos clínicos y programas de acceso temprano de remdesivir, ayudando a más de 4.000 pacientes con Covid-19”.

Ya saben: Tedros Adhanom, mandamás de la OMS, no juega a terapias para curar, juega a vacunas para inmunizar.