El Santander tiene muchas esperanzas puestas en México, un país en el que sólo el 45% de los mayores de 18 años tiene una cuenta corriente. El margen de crecimiento es enorme, como bien saben en el vecino BBVA, ahora más preocupado -y ocupado- en la OPA sobre el Sabadell.
México está llamado a ser uno de los mercados más pujantes del banco que preside Ana Botín. El punto de partida no es malo: el beneficio en 2024 fue de 1.671 millones de euros, un 7,2% más que el año anterior, tras aumentar un 5% el margen de intereses, hasta los 4.631 millones de euros, y registrar unas comisiones de 1.385 millones, un 0,8% superiores a las de 2023.
Pero hay un problema y no son los aranceles que pretende imponer Donald Trump. El problema es la presidenta del país, Claudia Sheinbaum. Efectivamente, en la sede del Santander esperaban que Sheinbaum fuera más abierta que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y ha resultado, al menos hasta el momento, mucho más radical y antiespañola.
“México se adaptará bien a la nueva situación. Habrá un arreglo rápido sobre los aranceles, aunque estamos preparados para cualquier situación”, afirmó este miércoles el CEO del Santander, Héctor Grisi, durante la presentación de resultados anuales del banco. “Vemos una gran oportunidad de crecimiento en el largo plazo”, sentenció. Y probablemente sea así, pero de momento, en Boadilla del Monte temen más a la política económica de doña Claudia que a los aranceles de Trump.
Ana Botín evitó valorar el relevo de José María Álvarez-Pallete en Telefónica a pesar de la insistencia de los periodistas. De lo que sí habló fue del problema de la vivienda, que se resume en falta de oferta: hay una demanda no satisfecha de 600.000 viviendas y se construyen menos de 100.000 al año. “El problema de la vivienda en España no es la falta de financiación porque hay hipotecas al 2%”, afirmó Botín.
Por cierto, en España, la mayoría de las viviendas en alquiler son de particulares y sólo el 15% está en manos de profesionales. En Alemania, ese porcentaje supera el 50%. “Si queremos atraer inversión, tanto nacional como extranjera, tenemos que dar un marco de certidumbre para que se construya más. Si no, este problema se hará más grande”, sentenció.
Botín volvió a insistir sobre la importancia de la filial británica. “No está en venta”, señaló, aunque no aclaró si estaría dispuesta a vender algún negocio en Reino Unido, donde el beneficio se redujo un 15,4%, hasta los 1.306 millones de euros.
Tampoco quiso entrar a valorar la OPA del BBVA sobre el Sabadell, aunque sí lanzó una pequeña pulla al banco de Carlos Torres: “Hay bancos que su única opción para crecer es hacer compras en su propio mercado”, afirmó. En cualquier caso, recalcó que el mercado español es muy competitivo.