Al mismo tiempo que se caía la bolsa española, la norteamericana, la secretaria del Tesoro USA, Janet Yellen, amenazaba a los republicanos con la entrada en suspensión de pagos del Gobierno de la nación
Curioso: la banca española, gracias a la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) ha presentado beneficios récord, con resultados recurrentes procedente de un margen de intermediación que estaba muerta desde hacía más de un lustro. Pero, miren por dónde, resulta que la cotización de las entidades se derrumbaba porque algunos bancos norteamericanos, todos ellos de pequeño tamaño, todos ellos engolfados en la deuda pública, han tenido que ser salvados. Y ya saben: el miedo es libre y trasatlántico.
En Wall Street esperan nuevas caídas de bancos y, con ello, se alimenta la gran mentira... de la crisis bancaria
Pues bien, de entrada, recordar que la única respuesta que se puede dar ante una crisis bancaria es que "quiebren los quebrados". Si el accionista y el bonista lo tienen que perder todo, que lo pierdan. Y el bonista. El único que no tiene que perder es el depositante pequeño. La quiebra de la banca privada no debería constituir un problema público.
Y no, el caso del Banco Popular, que nunca debió ser intervenido, no es una excepción: que quiebren los quebrados, sí, pero es que el Banco Popular no estaba quebrado.
Ahora bien no estamos ante una crisis bancaria sino ante una crisis de deuda pública. ¿Cómo vamos a estar ante una crisis bancaria con esos beneficios crecientes?
La única respuesta posible a una crisis bancaria es que "quiebren los quebrados" y que accionistas y bonistas lo pierdan todo: invirtieron mal
Porque, al mismo tiempo que se caía la bolsa española, la norteamericana, la secretaria del Tesoro USA, Janet Yellen, amenazaba a los republicanos con la entrada en suspensión de pagos del Gobierno de la nación a partir del 1 de junio. ¿Quizás lo dice como paso previo para reducir el gasto público norteamericano, tal y como haría cualquier padre de familia sensato? ¡Y una porra! Lo que quiere es que el Congreso le permita endeudarse más, es decir, endeudar a todos los norteamericanos. Si la familia está viviendo por encima de sus posibilidades, tiene que reducir el gasto.
Pues no: lo que está haciendo la progresista Yellen es exigir al Congreso que le permita endeudarse aún más, para no tener que cerrar el quiosco. En ningún caso se plantea que el Gobierno Biden, del que forma parte, gaste menos... que es lo que tenía que hacer. La actitud de Yellen es como si un padre de familia pidiera un crédito al banco para compra la comida del día: una ruina.
La economía mundial actual está regida por una élite de políticos derrochones que mantienen un voto cautivo gracias a disparar la deuda pública que pagarán los ciudadanos, sus hijos y me temo que sus nietos.
No es crisis bancaria, es crisis de deuda pública. Por tanto, la solución está en reducir el Estado del Bienestar, aquello a lo que ningún político se atreve porque perdería las elecciones. En España, ni el PSOE ni el PP
Naturalmente, Yellen ha hundido el bono norteamericano... lo que exigirá nuevos bonos y más impuestos. Y exactamente lo mismo hace Sánchez en una España a la que está arruinando, subiendo impuestos y emitiendo deuda pública.
Ante la sesión bursátil del miércoles 3 en Wall Street, se esperan nuevas caídas de bancos y, con ello, se alimenta la gran mentira... de la crisis bancaria.
No es crisis bancaria, es crisis de deuda pública. Por tanto, la solución está en reducir el Estado del Bienestar, aquello a lo que ningún político se atreve porque perdería las elecciones. En España, ni se atreve el PSOE ni se atreve el PP.
Así nos va. Lo primero, reducir el Estado del Bienestar para poder reducir la deuda pública.