'Marizú' Montero ha situado el techo de gasto no financiero en 196.142 millones de euros para 2022, un récord histórico que tendremos que devolver
El Congreso de los Diputados ha retomado este lunes la actividad parlamentaria y lo ha hecho debatiendo la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Para entendernos: el techo de gasto, que el Gobierno Sánchez lo ha situado -techo de gasto no financiero- en 196.142 millones de euros para 2022, un récord histórico que tardaremos en olvidar. El gobierno lo tiene fácil -no el debate, sino cumplirlo- porque Bruselas ha suspendido las reglas fiscales (déficit público por debajo del 3% y deuda pública del 60% del PIB como máximo) hasta 2025, con motivo de la crisis económica desatada por las restricciones impuestas por la pandemia.
¿Comprenden? Primero, el Gobierno prohíbe trabajar y luego se endeuda para apoyar a los que ha arruinado previamente… y que serán los que al final paguen esa deuda, vía impuestos. Es genial.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha fijado el déficit público de 2021 en el 8,4% (2020 cerró en el 11%) y del 5% en 2022 con el objetivo de retomar el compromiso con Europa en 2025. Para entonces, todos calvos. De la deuda pública, actualmente en el 124% del PIB, ni hablamos.
La política fiscal de ‘Marizú’ es suicida porque se basa en dos premisas: o Bruselas cambia las reglas presupuestarias o prorroga la barra libre de gasto unos años más. ¿Y si no sucede ninguna de las dos? No lo descarten.
El PP se abstendrá a la hora de votar, aunque su portavoz, Elvira Rodríguez, ha calificado las intenciones de la ministra de “pan para hoy y hambre para mañana”. Rodríguez ha alertado, además, de que la inflación actual puede desembocar en estanflación (aumento de precios con estancamiento económico), situación altamente indeseable.