El número 662 de la Diagonal de Barcelona: sede del Grupo Planeta
Justo cuando el periódico del grupo Planeta, La Razón, celebraba su vigésimo quinto cumpleaños, la noche del pasado martes 21 de noviembre, José Manuel Lara García, hijo de José Manuel Lara Bosch, anterior presidente del entramado que alberga en sus tripas a Atresmedia, lanzaba la noticia en un digital: había puesto en venta, a través de un banco de inversión, su 33% del Grupo.
Retraigámonos al inicio de Planeta, grupo creado en 1949 por José Manuel Lara Hernández. AL morir, reparte el negocio entre sus cuatro hijos: dos varones y dos mujeres. Ahora mismo sólo sobrevive una de los cuatro. Le sucede, primero su hijo Fernando y, tras el fallecimiento de éste, su hijo José Manuel.
El problema es que Lara García está dispuesto a venderle su paquete a la competencia industrial o a los fondos, partidario del troceo... y hablamos del primer grupo informativo y editorial español
Al morir éste, José Manuel Lara Bosch, le sucede en la Presidencia José Creuheras pero el hijo de Lara Bosch, primogénito de una de las cuatro ramas de la familia, José Manuel Lara García, es nombrado CEO del grupo y pretende tomar el mando, pero resulta que las otras tres ramas de los Lara prefieren a Creuheras quien, por cierto, ha ordenado el Grupo y puesto en orden en algunas inversiones ruinosas, como la entrada en Francia o la inversión en el Banco Sabadell.
Lara García fue finalmente despedido y prometió venganza.
El pasado mes de agosto fallece Maribel Lara y reparte su 24% de Planeta entre sus sobrinos. Así, Lara García, ya poseedor del 34% del capital, que sabe que nunca podrá convencer ni a la única tía que sobrevive ni a sus primos para que le coronen, decide poner en marcha la venta de su paquete. De esta forma, ya tenemos la batalla abierta ente un tercio del capital y los otros dos tercios que apoyan a Creuheras como presidente.
Además, El País y Cinco Días, qué casualidad, toman partido en la batalla y se apresuran a fusilar a José Creuheras desde sus dos medios vegetales y ahora mismo vegetativos.
Ahora bien, si dos tercios del capital apoyan al actual presidente y existen vástagos de los Lara que pueden tomar el relevo, ¿cuál es el problema? Pues sí, hay problema. No me gusta el ambiente de 'excesiva tranquilidad' que percibo en Planeta. Por una razón: si Lara García sólo hubiera perseguido hacer caja y comenzar la administración de su fortuna en solitario, lo primero que habría hecho sería ofrecer ese 34% del capital a las otras tres ramas de la familia. Pero no, se lo ha dado a un banco inversor, que, como es su deber, buscará la mejor oferta posible para el paquete de us cliente.
Ahora preguntense, ¿quién estará dispuesto a pagar la mayor prima de oportunidad por un tercio del capital de Planeta, sabiendo que tiene enfrente a los tercios'. Acertaron: un socio industrial. Qué se yo, un Bertelsmann -socio de Planeta en Atresmedia, la joya de la corona- o una Vivendi, que ha visto taponada políticamente su entrada en España a través de PRISA... ¿cuánto tardaría ese socio industrial, conocedor del negocio, en incordiar a la actual mayoría para hacerse con el control total al precio que fuera y desde el propio Consejo del Grupo Planeta si se le permitiera entrar?
El pluralismo interno -vulgo esquizofrenia- de mantener bajo una misma bandera a Antena 3 TV y a La Sexta, no ayudan a los resistentes
La segunda opción es vender el paquete, no a un socio industrial, sino a un conjunto de fondos de inversión. Ya saben que no hay fondos activistas: todos los fondos son activistas e incordiantes. No entrarían en el Consejo, probablemente, pero sí aplicarían su mandamiento primero: la suma de las partes vale más que el todo. Es decir, exigirían, por ejemplo, la venta de Plaenta por trozos: libros por un lado, medios informativos (Antena 3 TV, La Sexta y canales temáticos, Onda Cero por el otro) y la floreciente división de enseñanza por otro lado. Eso, para hacer boca.
En definitiva, la andanada del escocido lara García amenaza, por ahora sólo amenaza, con la deslocalización del entramado Planeta -con la pérdida de su españolidad- y/o el troceo.
Sí, por el momento la cosa no es preocupante. Creuheras quiere matnener la herencia de Lara Hernández unida, ha saneado el grupo y mantiene el apoyo de 66% de capital. Ahora bien ya se sabe que comer, rascar e incordiar todo es empezar.
Una solución es sacar Planeta a bolsa, no la totalidad de las acciones sino... un tercio del capital. De esta forma, los Lara mantendrían el control y los disidente dividirían el capital entre muchos pequeños accionistas. Tiene sus riesgos, claro está, pero es que, además, en Planeta, y en toda Barcelona, albergan la sospecha de que el despedido Lara García anda despechado .no confundir despedido con despechado, pero suelen ir unidos- y no sólo persigue el dinero sino fastidiar al reino donde se le impidió reinar. Y él preferirá otras soluciones a colocar su paquete en bola.
Además, la salida al parqué impone unas exigencias burocráticas enormes, que no le convienen nada a un compañía familiar.
de burocracia que no le conviene a la empresa familiar: la empresa familiar, la mejor de las empresas, nunca sale a bolsa líbremente sino porque... a la fuerza ahorcan. En cualquier caso, José Manuel Lara García se revolverá contra la salida, ténganlo por muy probable y casi seguro.
Por cierto, la gestión de Creuheras, sin duda de sobresaliente y muy meritoria de cara a mantener y acrecentar el patrimonio económico y social de la familia Lara, choca, ahora más que nunca, con la principal pega que se puede oponer a su labor: el llamado pluralismo interno. Un medio de comunicación, es ante todo, un ideario y aquí viene la pregunta: ¿Se parecen en algo las líneas editoriales de Antena 3 TV y La Sexta? ¡Pero eso no tiene consecuencias corporativas! ¡Y una porra que no las tiene, ya lo creo que las tiene! Siempre, y más en aquellos sectores que venden ideas -por ejemplo, la información- el pluralismo interno no es otra cosa que aquello que el común de los mortales conocemos como esquizofrenia.