Seat S.A.  ha logrado resultados récords en 2023... tan solo un año después de haber vuelto a beneficio tras el frenazo del Covid-19, la crisis de semiconductores y la guerra de Ucrania. Eso sí, su CEO, Wayne Griffiths, ha avisado al Gobierno de que o apoya la electrificación o peligran inversiones y empleos.

El CEO de la filial española del grupo Volkswagen, que actualmente también es el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha insistido en que le preocupa “la inestabilidad política en España y las decisiones y declaraciones que confunden el coche eléctrico”. A principios de marzo, pidió un sistema fiscal para el automóvil nuevo y una política que impulse los puntos de recarga, la economía circular, mantenga la competitividad y la flexibilidad, y reduzca el absentismo labora. Además, ha recordado que el sector lleva un mes esperando la promesa que hizo Pedro Sánchez en el IV Foro Anfac sobre la modificación del plan Moves de ayudas a la compra, porque sin ayudas eficaces... no habrá avance del coche eléctrico. Eso sí, Griffiths ha subrayado que “nosotros hemos hecho los deberes, pero necesitamos estabilidad para nuestras inversiones y que se vendan vehículos”. Y ojo, porque el incremento de la inflación, los altos tipos de interés y la inestabilidad política y los conflictos anticipan un año de desafíos este 2024.

Griffiths subraya que “nosotros hemos hecho los deberes, pero necesitamos estabilidad para nuestras inversiones y que se vendan vehículos”

Volvamos a los resultados de 2023 de Seat S.A. Tras conocerse algunas cifras de Seat dentro de las presentadas por el grupo Volkswagen, como que su beneficio operativo había crecido 19 veces, hasta el récord de 625 millones de euros, se preveía que los números según la contabilidad también serían buenos... y así ha sucedido. El beneficio operativo de Seat S.A. ha pasado de -114 millones a 505 millones en un año y el margen de rentabilidad sobre ventas ha pasado de un 1,1% negativo a un 3,6% positivo. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha sido el más alto de los últimos cinco años, situándose en 1.125 millones (+123%).

La facturación también se ha disparado a 14,169 millones (+35%) gracias a la estabilidad de la cadena de suministro, que permitió aumentar la producción y las entregas. Estas últimas ascendieron a 519.176 unidades (+34,6%), de las que 230.739 (+50,9%) correspondieron a la marca premium Cupra y 288.437 (+24%) a la marca Seat. Griffiths ha insistido en que “la marca Seat no va a desaparecer, mi prioridad es dar un futuro y la electrificación es necesaria”. Para ello, seguirán apostando por Cupra y seguirán invirtiendo en Seat que tendrá “eléctricos más adelante porque ahora no será rentable”.

Ya saben que el grupo Volkswagen juega a todas las barajas, por ejemplo, se ha visto en que Skoda fabricará un coche eléctrico en Pamplona y Audi alarga la vida del A1 de combustión, en Martorell. Desde Seat, Cupra llegará a EEUU, lanzará el Tavascan (eléctrico) y el Terramar (electrificado), y nuevas versiones de los modelos León y Formentor (el cual se fabrica en Martorell); y la marca Seat renovará los Ibiza, Arona, León y Ateca. Además, está construyendo su planta de ensamblaje de sistemas de baterías en Martorell y, en septiembre, iniciará la transformación de la línea 1 de cara a prepararla para la producción del Cupra Raval y el Volkswagen ID.2aII. Griffiths ha referido que también habrá un modelo básico eléctrico de Seat en un futuro que podría costar unos 20.000 euros y que tendrá que fabricarse en una planta competitiva y podría ser en España “si pasan las cosas que tienen que pasar”, y junto al apoyo a la electrificación, “el Gobierno apuesta por renovables y reduce los niveles de absentismo laboral”.