Los proetarras de Bildu presumen de haber forzado a Pedro Sánchez a subir las pensiones no contributivas en un 15%. El PSOE lo hace suyo y también presume de que está ampliando el ingreso mínimo vital. 

En Hispanidad hemos apoyado la subida del salario mínimo pero, al mismo tiempo, hemos dicho que se supriman las cuotas, los impuestos laborales, que gravan el SMI. Y esto porque se trata de pagar salarios dignos, no de que el Gobierno se lo ponga más difícil al empleador. 

Pero no nos gusta nada el salario mínimo vital, es decir, un ingreso por no hacer nada para la comunidad. El principio ético fundamental aquel es el de san Pablo: "El que no trabaje, que no coma".

Lo que tiene que hacer un gobierno es poner fácil el trabajo, no repartir subvenciones con el dinero de los demás, de los impuestos

Pensiones no contributivas: subirán un 15%. Pasarán, a ojo de buen cubero, de unos 425 euros al mes a cerca de 500. Son cifra bajas pero tenemos que tener en cuenta dos cosas:

¿Qué pasa con el señor que lleva 40 años cotizados y cobra el doble?

Lo mismo ocurre con el SMI y el IMV: ¿el que trabaja cuarenta horas a la semana cobra poco más del doble  -o menos- que aquel que se pasa el día brazo sobre brazo?   

No parece una relación adecuada: por no trabajar, la mitad de quien trabaja, por no cotizar, la mitad de quien cotiza. Pero hay que tener en cuenta que en la pensión no contributiva entran las pensiones por invalidez orfandad, etc.

Pero lo importante son los impuestos. Por tanto, se hace necesario apostar por la subida, lo que no ocurre con el ingreso mínimo vital, que debería desaparecer mañana.

A ver si nos entendemos: lo que tiene que hacer un gobierno es poner fácil el trabajo, no repartir subvenciones con el dinero de los demás, de los impuestos.