Corporación Pascual ha logrado crecer en rentabilidad en el año 2024, según ha informado a través de un comunicado. Y todo ello, a pesar del descenso de ingresos… en un contexto económico y geopolítico desafiante.

La empresa familiar que dirige Tomás Pascual Gómez-Cuétara ha registrado una facturación de 900 millones, un 1,5% inferior a la de 2023. Recuerden que en aquel año la cifra fue de 914 millones y tuvo un crecimiento internanual del 8,2% en un entorno difícil que se vio marcado por la inflación, la inestabilidad internacional debido a varios conflictos bélicos y el alza de la marca blanca. Dentro de los ingresos de 2024, destaca Qualianza (la distribuidora nacional con la que lleva sus productos a la hostelería y las tiendas de distribución) como motor de crecimiento, al haber facturado 265 millones, un 4% más. También ha elevado su propuesta de valor en hostelería con la compra de Café Saula, una reconocida marca premium con fuerte implantación en Cataluña y más de 70 años de historia. Además, ha seguido avanzando en la expansión internacional, que ha ingresado más de 60 millones (+9%) y ya aporta el 7% de los ingresos, por lo que está en buena línea para alcanzar la ambición de llegar a 100 millones en 2027.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha crecido un 27%, pasando de 51 millones a 65 millones. Algo en lo que repercute no sólo apuesta por la expansión fuera de España, y ya cuenta con sociedades conjuntas en Centroamérica, África y el sudeste asiático; sino también por una estrategia que combina producción local y alianzas estratégicas.

Resultados de Pascual en 2024

La compañía familiar con sede en Aranda de Duero (Burgos) ha destacado que las cifras reflejan la “solidez de un modelo de negocio rentable y sostenible”, pues se han obtenido en un contexto económico y geopolítico “retador, marcado por la transformación de los hábitos de consumo y las turbulencias globales”. Y todo ello, combinando eficiencia operativa, innovación, y compromiso social y medioambiental.

 

Pascual presume de un crecimiento con “un modelo empresarial que pone en el centro a las personas, el entorno y el propósito”. Esto se refleja en la relación con los proveedores locales (que aportan el 96% de las compras), la apuesta por el empleo estable (más del 95% de su plantilla tiene contrato indefinido) y el tejido rural (aspectos donde puede dar alguna que otra lección a las vicepresidentas Yolanda Díaz y Sara Aagesen), así como por los productos más saludables (por ejemplo, a través de las bebidas Dinamic Protein y Vivesoy) y las opciones más sostenibles tanto en productos como en sus procesos y envases. “Creemos en una empresa que da lo mejor de sí para generar bienestar, progreso y sostenibilidad a largo plazo. Esa es la vocación que compartimos todos los que formamos parte de Pascual”, subraya su presidente, Tomás Pascual.

En todo esto no se olvida la apuesta por la innovación, incluso en lo relacionado con sus orígenes y principal negocio hasta hace unos años. Y es que se ha lanzado a reinventar su negocio con propuestas que responden a nuevos hábitos de consumo a través de Pascual Movit en 2024, y a la que se ha sumado recientemente Pascual Lateado. Además, mantiene relaciones estables con más de 200 ganaderías, ha reducido un 44% sus emisiones directas de CO2 desde 2015 y un 6,6% solo en el último año, la energía eléctrica que consume es 100% renovable.