Decíamos ayer, en la crónica del Consejo de Ministros, que, como siempre, con grandes alharacas, el Gobierno, por boca de Isabel Rodríguez, ministra de la cosa, había puesto en marcha el PERTE de Vivienda.
Para entendernos: estamos ante otra solución mágica, otro bluf, del Sanchismo: la vivienda industrializada. Esta vez, la estafa consiste en que la ministra Rodríguez pretende solucionar la falta de pisos con 1.300 millones en préstamos ICO.
La vivienda industrializada no es sino la vivienda prefabricada de siempre. Ahora bien, el problema son los costes del suelo, de urbanización, la carísima ecología y los altísimos impuestos
No es coña: con táctica de propaganda socialista, doña Isabel nos repite que la vivienda es el problema que más preocupa a los españoles. Por eso, ella, que trabaja para satisfacer las necesidades del pueblo ofrece créditos por una cantidad ridícula para el reto que aborda y en unas condiciones cuando menos curiosas.
Que no coño, que nos dejes en paz https://t.co/YgxHP6GAdv
— * (@ParruiNNalamia) May 6, 2025
Ahora bien, el problema de todo lo que ocurre no es suyo, naturalmente, sino de Isabel Díaz Ayuso, miren por dónde que no ha aplicado correctamente en Madrid la desastrosa ley de vivienda -formidable, según Rodríguez- que el Gobierno promulgó y perpetró dos años atrás.
Ponga usted en marcha la construcción acelerada de vivienda, a costa de invertir el Estado en infraestructuras y los empresarios privados en promoción y construcción. Y eso pasa por ofrecer suelo e infraestructuras baratas a cambio de viviendas de precio tasado. Y olvídese de si lo construyen hombres o mujeres
Y una palabra mágica: vivienda industrializada. Hombre, la vivienda industrializada, construida en factoría y ensamblada luego sobre el terreno, ese modelo que tanto enfatiza doña Isabel no es más que la vivienda prefabricada de siempre. Y la prefabricada no tiene por qué ser un modelo malo frente a la construcción tradicional. Ahora bien, no abaratará el producto final porque el problema inmobiliario, al menos en España, no son los costes de construcción en sí mismos sino los costes del suelo, los costes de urbanización, la carísima ecología y los altísimos impuestos.
La ministra de Vivienda acaba de descubrir ella solita los prefabricados, que nos van a solucionar el problema.
— Pastrana (@JMASPASC) May 7, 2025
Todo es propaganda, desconocimiento e incapacidad. https://t.co/MjjmoxytXu
Quiero decir, que tú puedes construir la vivienda en fábrica, en serie, como los automóviles. De acuerdo, pero la construcción, si restamos las crecientes exigencia ecológicas, que no hacen sino encarecer el precio final de la vivienda, porque todo lo verde, eso que tanto le gusta al Gobierno, resulta carísimo, no determina el precio final de la vivienda. Hay otros factores, como por ejemplo, los impuestos y, sobre todo, la disponibilidad de suelo, que la encarecen mucho más.
Ahora bien, vender la desastrosa ley de vivienda como un éxito y echarle la culpa a Ayuso de su fracaso... tiene cuajo
No tengo nada contra las viviendas prefabricadas, en madera o en ladrillo, ni tampoco contra la construcción de casas en serie, a pesar de que uniformiza las ciudades y coarta la libertad creativa de los arquitectos (en algunos caso no digo que eso sea malo) pero el coste de la construcción sólo representa un apartado más dentro del precio final de la vivienda.
Lo que tendría que hacer doña Isabel es cumplir con su función de sector público: ponga usted en marcha la construcción, acelere la construcción de miles de viviendas, a costa de invertir fuertemente el Estado en infraestructuras y, por tanto, los empresarios privados en promoción y construcción.
Y no pasa nada si se ofrece suelo e infraestructuras baratas al promotor privado a cambio de precio final con máximos fijados.
Por cierto, algo en lo que también hacía hincapié nuestra brillante Isabel (¡Qué nivel, Maribel!): olvídese de si las casas las construyen hombres o mujeres. Si hay pocas mujeres trabajando en construcción, a lo mejor es por lo mismo que hay pocas mujeres trabajando en empleos que exigen sobre todo, fuerza física. A lo mejor las mujeres trabajan poco en construcción, no por el machismo imperante, sino porque no les da la gana hacerlo. A lo mejor la mujer trabaja poco en construcción porque es inteligente.
Ahora bien, vender la desastrosa ley de vivienda como un éxito y echarle la culpa a Ayuso de su fracaso... tiene cuajo. Así lo hizo doña Isabel quien respeta las competencias de las comunidades autónomas, pero se queja de Ayuso haya dicho que ella no piensa aplicar las estúpidas normas de las de vivienda socialista, como esa de precio tasado en zonas tensionadas que, según ella, ha resultado un éxito en Cataluña y un fracaso en Madrid... por culpa de Ayuso.
El español quiere casa en propiedad para crear una familia, no piso en alquiler, ni habitación en alquiler con baño compartido. Y esto puede conseguirse, pero hay que ponerse a construir no a repartir prestamitos-limosna
El español quiere casa en propiedad para crear una familia, no pisos en alquiler... ni habitación en alquiler con baño compartido.
De hecho, el fracaso de Sánchez en materia de vivienda consiste en eso: hace 10 años el español aspiraba a un piso en propiedad, con Sánchez se conforma con un piso en alquiler, ahora empieza generalizarse el arriendo de una habitación, convivir con cuatro desconocidos, con los que compartir baño y cocina. Ahí es donde nace la familia, una célula de la sociedad.
Lo que no sabemos es si estamos creando una sociedad o una suciedad.
Por cierto, ¿doña Isabel Rodríguez posee propiedades inmobiliarias? A ver si, en vez de una ministra, resulta que es un 'fondo buitre', al que, según sus socios de Podemos y de Sumar, hay que arrebatarle sus activos para dárselo a los pobres.