España es el segundo mercado más importante para Orange, solo por detrás de Francia. Pero el sector de las telecos en nuestro país está atravesando el peor momento de los últimos años debido a la pérdida de valor motivada por la guerra de tarifas.

Orange España lo está sufriendo como pocos y en 2021 ingresó 4.720 millones de euros, un 4,7% menos que en 2020, con caídas en todos los segmentos de negocio excepto en la venta de equipos, que aumentaron un 13,6%, hasta los 621 millones de euros. Ni siquiera el negocio mayorista, tan importante para la teleco, logró mejorar el dato de 2020 y sus ingresos cayeron un 1,8%, hasta los 900 millones.

El Ebitda ajustado (resultado bruto de explotación ajustado) alcanzó los 1.251 millones de euros, un 12,7% menos que en el año anterior.

El desempeño comercial fue más positivo, con un aumento del 2,6% de los clientes de móvil y un estancamiento de los de banda ancha. Orange cerró 2021 con 690.000 clientes de TV, un 4,8% menos que en 2020. La teleco cuenta con un total de 20,3 millones de clientes.

Orange España busca activamente una fusión en nuestro país, según el CEO del grupo francés, Stephane Richard, unas declaraciones que el consejero delegado de la filial española, Jean-François Fallacher, no ha querido concretar. “Hay muchos rumores sobre el mercado español, como en la misma temporada del año 2020”, afirmó durante un encuentro telemático con la prensa.

Lo cierto es que siguen abiertas todas las opciones, aunque la que más suena es la fusión Vodafone-MásMóvil. “Consideramos muy positivo cualquier movimiento de consolidación que pase en el mercado español”, aseguró Fallacher. En el horizonte, las elevadísimas inversiones que tendrán que afrontar las telecos para el 5G. En 2021, Orange invirtió 980 millones, el 21% de los ingresos, para extender la red de fibra y 5G, y para proyectos de crecimiento.

Fallacher insistió, además, en la necesidad de cambiar la regulación en Europa para que los gigantes norteamericanos como Netflix o HBO paguen a las telecos por utilizar sus redes. En Bruselas llevan tiempo con esta reivindicación encima de la mesa, pero de momento no han cambiando nada, ante la desesperación de las grandes telecos.