
Se ha puesto el foco en la consulta pública lanzada por Carlos Cuerpo cuyo plazo finalizó este viernes 16, pero, como diría un adolescente, poco se habla del papelón de la CNMV, el presunto supervisor de los mercados de valores españoles.
El anterior presidente del organismo, Rodrigo Buenaventura, afirmó en su día, después de negarlo varias veces, que no aprobaría el folleto de la OPA del BBVA sobre el Sabadell hasta que la CNMC no publicara su informe. Ya hemos hablado en Hispanidad de lo absurdo del argumento y no vamos a repetirnos, pero ya han pasado más de dos semanas desde el visto bueno de Competencia y la CNMV no ha dicho esta boca es mía.
¿A qué espera Carlos San Basilio? ¡Ánimo! No es tan complicado: se trata de aprobar el folleto que depositó el BBVA... ¡en mayo de 2024! No hay que esperar al dictamen del Gobierno, entre otras razones porque Moncloa no puede tumbar la OPA, sólo puede impedir la fusión posterior.
Y del pitorreo de la CNMV al fracaso del Gobierno, que no ha logrado que la OPA hostil se convirtiera en pacto cordial entre las partes. El objetivo no era que reinara la paz entre Josep Oliu y Carlos Torres, sino evitar tener que tomar una decisión que comprometiera a Moncloa. Ahora tendrá que decidir si eleva la operación al Consejo de Ministros -el martes 27 se cumple el plazo- y, si es que sí, el Gobierno tendrá un mes para establecer las condiciones que estime oportunas, atendiendo a criterios de interés general.
En definitiva, ¿y si cerramos la CNMV?