Es el segundo tropiezo de Indra en pocos días y los dos se refieren al vehículo blindado 8x8, uno de los productos estrella de la compañía que preside Ángel Escribano. Y es que, al parecer, la transmisión no funciona y las pruebas previstas el pasado jueves no se pudieron llevar a cabo, según publica este lunes María Jesús Pérez, en ABC.

Se da la circunstancia de que la empresa responsable de la transmisión es SAPA, de Jokin Aperribay -también es presidente de la Real Sociedad-, la misma que ha logrado un contrato millonario con el Ejército de EEUU, contrato en el que también participa la estadounidense General Dynamics, dueña de Santa Bárbara, como les contamos el viernes en Hispanidad. General Dynamics está enfrentada a Indra desde 2020, cuando la empresa española, entonces presidida por Marc Murtra, le arrebató el liderazgo del consorcio Tess Defence.

El primer contratiempo para Indra se produjo el pasado miércoles, cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, les sacó los colores por los retrasos en la entrega, precisamente, de los mencionados 8x8. La preocupación de Robles, que no dudó en plasmar en un comunicado oficial, afecta tanto a SAPA como a los hermanos Escribano, ya que su compañía EME, también forma parte del grupo de empresas que fabrican el 8x8 que, por cierto, supone una inversión superior a los 3.000 millones de euros.

Con todos estos mimbres, la pregunta es: ¿Está capacitada Indra para liderar la industria de Defensa española? Todo esto, además, en un contexto marcado por el proceso de venta de EME, presidida por Javier Escribano, a Indra, cuyo presidente es su hermano Ángel.

El 8x8 es uno de los productos estrella de Indra actualmente, pero a este paso va camino de ser el producto estrellado.