
Sapa, de la familia Aperribay, posee el 7,9% de Indra, la mitad que los hermanos Escribano, que controlan el 14,3% a través de Advanced Engineering and Manufacturing, según la CNMV. Los Aperribay tienen un consejero, Jokin -también es presidente de la Real Sociedad- frente a los dos que tienen los Escribano: Ángel, que además es presidente ejecutivo, y Javier.
Todo esto sirve para poner en contexto la noticia de este viernes: que Sapa ha firmado un acuerdo con el ejército de EEUU, en el que también participa General Dynamics, matriz de Santa Bárbara y compañía enfrentada a Indra desde que esta le quitó el liderazgo del consorcio Tess Defence, en 2020.
Más aún, Escribano intentó echar a los norteamericanos (General Dynamics) del consorcio y sustituirlo por la alemana Rheinmetall, como adelantó Hispanidad, extremo que no ha logrado a día de hoy, como tampoco ha logrado comprarle Santa Bárbara.
Ahora resulta que los Aperribay logran un contrato con EEUU, en el que también está General Dynamics, por unos 5.000 millones de dólares hasta 2030, según El Confidencial. Sapa proporcionará el sistema de transmisión de los nuevos carros blindados del Ejército de Tierra de EEUU. Y esto lo anuncia la misma semana de la bronca de la ministra Robles a Indra por los retrasos del vehículo 8x8, en cuya fabricación también está involucrada la empresa de los Escribano, EME. No me digan que no es bonito.
Dentro de esta confrontación, y en el plano político, los Aperribay aseguran contar con el apoyo del PNV y los Escribano, con el del PSOE de Pedro Sánchez. ¿El PNV y el PSOE han roto? No. De la misma manera, el enfrentamiento Aperribay-Escribano tampoco irá a mayores, de momento.
Por ejemplo, de cara a la operación abyecta de la compra de EME por parte de Indra, que venimos denunciando desde hace meses en Hispanidad y que, lamentablemente, sigue adelante.











