La Seguridad Social gastó en marzo 12.693,1 millones de euros para el pago de la nómina ordinaria mensual de las pensiones contributivas, un 6,2% más que en igual mes de 2023, lo que supone un nuevo récord, según ha informado este martes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones

La pensión media de la Seguridad Social del sistema, en marzo, asciende a 1.251,5 euros al mes, un 5% más que hace un año gracias a la revalorización efectuada a principios de año. Esta media corresponde a la cuantía de las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares).

Con respecto a marzo de 2019, año previo a la pandemia, la pensión media se ha incrementado un 27%. 

Tras la subida de las pensiones con el IPC aplicada a principios de año, la pensión media de jubilación se situó en los 1.438,2 euros mensuales, un 4,8% más en tasa anual. 

Mientras que la pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), alcanzó los 1.251,53 euros mensuales, un 5% más. 

Todas estas cifras no hacen sino confirmar lo ya repetido por Hispanidad en otras ocasiones, y es que el sistema de pensiones en España está quebrado.

Por eso, algunos organismos como Fedea abogan por aumentar la edad de jubilación. Estas fueron las recientes palabras de Sergi Jiménez-Martin, investigador de la Universitat Pompeu Fabra y Fedea: “Estamos desaprovechando una gran cantidad de fuerza laboral educada, cada vez más formada y cada vez con mejores condiciones de salud que puede ser que quiera trabajar si las condiciones le son favorables. Lo que estamos proponiendo es que no sea una excepción sino la regla”. “Hay un margen muy grande para emplear a personas entre 65 y 69 años, pero implica cambiar radicalmente la forma en la que pensamos en la jubilación”.

Esta propuesta se aleja de la apuesta de la actual ministra de Seguridad Social, Elma Sáiz, cuando abogó por incorporar al mercado laboral entre 200.000 y 250.000 inmigrantes al año de saldo neto hasta 2050 para "mantener" el Estado de bienestar del país. 

Y es que el consenso de los organismos económicos es que el impacto real de los inmigrantes en las cotizaciones a la Seguridad Social sería muy limitado, dados los trabajos precarios que normalmente desempeñan y el tiempo que tardan hasta que consigan unos mayores emolumentos y por tanto mayores desembolsos en impuesto y cotizaciones. 

En cualquier caso, Sáiz ha heredado un gran problema del anterior ministro del ramo, José Luis Escrivá, y no lo tiene fácil...

Hispanidad viene insistiendo en que la solución debería ser tener más hijos y animar a ello instaurando un salario maternal…