Las ceremonias de traspaso de poderes en los ministerios que se repitieron -muchas, porque hablamos de 22 ministerios- en la jornada del martes 21 no pueden quedarse en las pataletas de dos adolescentes malcriadas como Ione Belarra e Irene Montero.

Lo más grave estuvo a cargo de la vicepresidente Yolanda Díaz, al anunciar que sus dos primeras medidas como responsable de Trabajo consistirán en aumentar el salario mínimo y reforzar el subsidio de paro. Es la formula, 'en positivo', para anunciar una subida de las cotizaciones sociales, el impuesto que más empleo destruye y el que hace realidad la frase más terrible de todas las que he oído en los últimos meses, la última hace días, a un joven de 25 años: "Estoy deseando que me despidan porque cobro casi lo mismo trabajando que en el paro".     

Hay que aumentar los salarios bajos, eliminar las cotizaciones sociales que lo gravan y reducir al mínimo el subsidio de desempleo, en cuantía y en tiempo. Casi lo contrario de lo que hace Yolanda

Primer engaño de Yolandísima: voy a subir el salario mínimo. Me parece bien: en España se cobra poco y con un salario -ojo, bruto- mensual de 1.080 euros no se puede formar una familia, por ejemplo en Madrid o Barcelona.

Ahora bien, lo que Yolanda no dice pero sí hace es que la subida del salario mínimo irá acompañada de una subida paralela de cotizaciones sociales. Ahí radica el desastre.

¿Subir el salario mínimo destruye empleo? No necesariamente, pero lo que sí provoca es un aumento de la economía sumergida o lleva a pagar salarios de jornada partida por trabajos de jornada completa

¿Por qué no sube usted, doña Yolanda, el líquido y suprime las cuotas para esos salarios mínimos y para los salarios bajos? Porque uno diría que el Gobierno no sube el salario mínimo de los trabajadores sino que se sube su propio sueldo, el sueldo creciente de un Estado monstruoso... y sí, opresor: el Estado progre del Sanchismo.

Esa subida de cuotas servirá para aumentar el subsidio por desempleo. Pues muy mal. Lo que tiene usted que hacer es reducir a mínimos las ayudas por desempleo y subir los salarios de los que trabajan.

Entre otras cosas para no hacer realidad la frase más maliciosa y terrible de la economía española actual: "Estoy deseando que me despidan porque cobro casi lo mismo trabajando que en el paro".

Yolanda Díaz es una comunista y los comunistas no buscan ayudar al empleado sino fastidiar al empleador... y claro, acaban fastidiando al obrero

Por cierto, ¿subir el salario mínimo destruye empleo? No necesariamente, pero lo que sí provoca es un aumento de la economía sumergida o provoca que se paguen salarios de jornada partida por trabajos de jornada completa.

En cualquier caso, nadie debería extrañarse. A fin de cuentas, Yolanda Díaz es comunista y los comunistas no buscan ayudar al empleado sino fastidiar al empleador... y claro, así, acaban por fastidiar al obrero.