Parag Agrawal asumió el cargo de consejero delegado en diciembre, tras la renuncia del creador de la red social, Jack Dorsey. No se emocionen: Agrawal no solo suprimirá la censura, sino que la endurecerá todavía más, como adelantó Hispanidad.

En cualquier caso, los inicios de Agrawal no han sido buenos: durante el último trimestre, Twitter sumó solo 6 millones de nuevos usuarios monetizables activos, hasta los 217 millones, por debajo de los 218,6 millones previstos. El nuevo CEO, sin embargo, puso buena durante la presentación de resultados, el jueves. “Nuestro sólido desempeño en 2021 nos posiciona para mejorar la ejecución de cumplir con nuestros objetivos para 2023”, afirmó.

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Ese es el principal problema económico de Twitter: no logra salir de pérdidas a pesar de aumentar los ingresos. En 2021 ingresó un 37% más, hasta 5.077 millones de dólares, pero perdió 221 millones. Efectivamente, es cinco veces menos que lo que perdió en 2020, pero siguen siendo unos números rojos muy gruesos para unos ingresos tan elevados, de los que el 90% provienen de la publicidad y el 10% restante de vender datos a terceros.

Lo que sí hace Twitter y lo hace sin miramientos es censurar a todo aquel que discrepe del pensamiento único, es decir, del feminismo, de la ideología de género, del cambio climático, y ahora también a los que cuestionan los mensajes oficiales sobre la pandemia.