Norwegian no logra despegar de forma definitiva, tras el batacazo que el Covid-19 supuso para el sector aéreo en todo el mundo. Y es que este jueves recibe castigo bursátil (su cotización baja un 7% y acumula una depreciación del 18% en el último año), tras volver a pérdidas y reducir beneficio operativo (ebit) en el primer semestre, a pesar de que ha disparado sus ingresos un 60%.

La aerolínea low cost noruega no ha tenido una buena primera mitad del año, aunque presume de un sólido segundo trimestre. En concreto, ha registrado unas pérdidas netas de 38,3 millones de euros entre enero y junio, frente a los 18 millones (al tipo de cambio actual) que ganó hace un año. Eso sí, recuerden que esta última cifra tampoco gustó al mercado -o sea, a los inversores- porque fue un 86% que la obtenida en el primer semestre de 2021 debido al fin de la reestructuración (396 millones de euros) y al encarecimiento del combustible.

El ebit de Norwegian también se ha resentido en la primera mitad de este año, pues ha pasado a terreno negativo, situándose en -22,4 millones, lejos de la ganancia operativa de 42,9 millones del primer semestre de 2022. Negativos resultados, tanto neto como operativo, a pesar de que los ingresos se han disparado un 60% entre enero y junio, situándose en 914 millones, y en los que ha contribuido el hecho de haber transportado 9,41 millones de pasajeros, un 31% más.

Eso sí, la posición de liquidez de la aerolínealow cost noruega ha ascendido a 807 millones con efectivo y equivalentes. Pero ojo, porque la deuda neta que devenga intereses ha crecido un 34%, a 317 millones.